Compartir:

A los 7 años de edad Juan José Moreno se pegó su primera borrachera. Un 7 de diciembre en medio de las velas y el festejo, pareció una buena travesura infantil buscar entre sus monedas y las de sus compañeros de la cuadra, el dinero para comprar una botella de ron blanco. A los 11 años la bebida empezó a ser más recurrente y, al cumplir los 20, el licor -como él mismo lo afirma- 'le había ganado la partida'.

Esto fue hasta el 1o. de mayo de 1996, fecha en la que Moreno, acudió a la primera reunión de Alcohólicos Anónimos. Hoy tiene 22 años sin consumir una gota de licor.

'Días después de haber quedado en un estado lamentable por una fiesta en la que bebí en exceso, un amigo dijo que me iba a invitar a dar una vuelta, así llegue sin saberlo a una reunión de Alcohólicos Anónimos. El primer paso fue reconocer mi problema con la bebida y decidí que solo por ese día no iba a beber. Cada día que pasa me prometo que solo por hoy, no voy a consumir alcohol. Ese primer día empezó hace 22 años', dijo Moreno.

Alcohólicos Anónimos nació el 10 de junio de 1935 en Estados Unidos con el objetivo de que hombres y mujeres compartan sus experiencias, se ayuden y se fortalezcan para recuperarse del alcoholismo. Esta comunidad que cumple 82 años, está presente en cerca de 150 países, cuenta con 100.000 grupos y más de 2 millones de miembros al rededor del mundo.

'Las adicciones que se tratan en estos grupos no solo están relacionadas con el consumo alcohol. Más del 90% de los asistentes tienen una doble adicción, que es la adicción a las drogas, y esto genera consecuencias como adicción al sexo, al tabaco, al juego, entre otras. En Barranquilla somos 32 grupos de Alcohólicos Anónimos y nos sostenemos con los aportes de los miembros, porque es una entidad sin ánimo de lucro, en la que tratamos de ayudarnos entre nosotros mismos', expresó Donaldo Pérez, colaborador de Alcohólicos Anónimos del Área Metropolitana de Barranquilla.

Según un estudio sobre Patrones de Consumo y Consumo nocivo de Alcohol en Colombia de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), el consumo de alcohol per cápita es de 6,3 litros al año.

Entre las regiones en las que se realizó el análisis, se concluyó que la Costa Caribe ocupa uno de los lugares del país en los que más se ingiere alcohol, llegando a los 8,6 litros de alcohol por persona al año.

'Se habla de adicción cuando hay un comportamiento compulsivo o un deseo incontrolable hacia algo, ese algo puede ser otra persona, el juego, el sexo, químicos y sustancias psicoactivas, entonces cuando la persona altera sus conductas y no logra controlar sus estados emocionales, se puede decir que es adicta', explicó Teresa González, psicóloga clínica especialista en farmacodependencia.

Según información de la Organización Mundial de la Salud, el consumo nocivo de alcohol es causal de más de 200 enfermedades y trastornos.

Se asocia al riesgo de padecimiento de trastornos mentales y comportamentales, enfermedades como la cirrosis hepática, enfermedades cardiovasculares, algunos tipos de cáncer, entre otras afectaciones y traumatismos derivados de la violencia y accidentes de tránsito.

La médico Vanessa Lambraño, indica que, 'sustancias psicoactivas como el alcohol, son nocivas porque pueden alterar la función hepática, deteriorándola hasta llegar a cirrosis alcohólica, además puede generar afectaciones como pancreatitis, deterioro neurológico progresivo, pérdida de memoria y agresividad'

Katherine Fernández empezó a beber a los 15 años. Inicio como bebedora social, tomándose de vez en cuando algunos tragos con sus amigos los viernes. En sus palabras, 'el alcoholismo es una enfermedad progresiva' poco a poco las ganas de tomarse unas cervezas se fueron transformando en una obsesión.

'Pasé de ser una bebedora ocasional a una enferma alcohólica, porque había en mí una necesidad de beber'. Para Fernández, las mujeres alcohólicas en nuestro país, sufren a causa de la cultura machista, 'le está dado al hombre emborracharse pero a la mujer no. El alcoholismo afecta tanto a los hombres como a las mujeres', dijo. 'Mi mensaje va dirigido a aquellas mujeres que se sienten solas y están hoy en una cantina, existe también ayuda para nosotras en Alcohólicos Anónimos, añadió.

De acuerdo a las cifras de esta organización en la actualidad 20.000 alcohólicos en Colombia ya no beben gracias al programa que tiene doce pasos diseñados para la recuperación del alcoholismo y de personas con otras adicciones.

'Lo más importante es que la persona reconozca que tiene un problema. En las reuniones les pedimos que pasen 24 horas, sin beber, fumar o cualquier otra adicción que tengan. Se identifican como alcohólicos aún cuando algunos llevan años sin beber, porque saben que cuando una persona pierde la capacidad de controlar el alcohol, no lo podrá volver a hacer de forma controlada, concluyó Pérez.

Doce pasos para la rehabilitación

1. Admitimos que éramos impotentes ante el alcohol, que nuestras vidas se habían vuelto ingobernables.

2. Llegamos a creer que un Poder superior a nosotros mismos podría devolvernos el sano juicio.

3. Decidimos poner nuestras voluntades y nuestras vidas al cuidado de Dios, como nosotros lo concebimos.

4. Sin miedo hicimos un minucioso inventario moral de nosotros mismos.

5. Admitimos ante Dios, ante nosotros mismos, y ante otro ser humano, la naturaleza exacta de nuestros defectos.

6. Estuvimos enteramente dispuestos a dejar que Dios nos liberase de nuestros defectos.

7. Humildemente le pedimos que nos liberase de nuestros defectos.

8. Hicimos una lista de todas las personas que habíamos ofendido y estuvimos dispuestos a reparar el daño que les causamos.

9. Reparamos directamente a cuantos nos fue posible el daño causado, excepto cuando el hacerlo implica perjuicio para ellos o para otros.

10. Continuamos haciendo nuestro inventario personal y cuando nos equivocábamos lo admitíamos inmediatamente.

11. Buscamos mejorar nuestro contacto con Dios, como nosotros lo concebimos, para que nos dé fortaleza.

12. Después de un despertar espiritual como resultado de estos pasos, tratamos de llevar el mensaje a los alcohólicos y de practicar estos principios.