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El presidente de Estados Unidos Donald Trump partió el viernes desde Washington a su primera gira presidencial, donde visitará cinco países en ocho días. A bordo del Air Force One, el mandatario decidió emprender este largo viaje, en compañía de la primera dama Melania Trump, a quien se le había visto ausente de varios compromisos oficiales; su hija mayor Ivanka, su yerno Jared Kushner y funcionarios de la Casa Blanca.

El sábado, la delegación estadounidense aterrizó en su primera escala: Riad, Arabia Saudita. Aunque al salir de Estados Unidos, Melania fue vista portando una falda tubo color naranja con un buzo color crema y unos tacones del diseñador español Manolo Blahnik, la primera dama descendió del avión en el aeropuerto internacional Rey Khalid de Riad vistiendo un enterizo de pantalón negro de botas anchas de la británica Stella McCartney, que combinó con un cinturón ancho dorado de la casa de modas francesa Yves Saint Laurent y un collar más modesto del mismo tono.

Cabe recordar que, desde que Trump ganó las elecciones, algunos diseñadores estadounidenses rechazaron vestir a Melania, por lo que ella prefiere vestir diseños europeos.

Por su parte, Ivanka Trump, quien hace parte del equipo de asesores del presidente, portó un vestido largo con mangas, de color negro, decorado con estampados florales en blanco y vinotinto, que complementó con unos zapatos color piel o nude.

A pesar de que el reino de Arabia Saudita solicita un código de vestimenta en el que se obliga a las mujeres vestir en público el abaya, un hábito de color negro, también algunas mujeres optan por usar el niqab, un velo encargado de cubrir el pelo y el rostro. Una disposición que tanto Melania como Ivanka optaron por rechazar, teniendo en cuenta además que esta normativa no es una obligación para mujeres visitantes o extranjeras. De igual modo lo hizo Michelle Obama, quien ignoró el uso de estos elementos en una visita realizada en el 2015 a este país con motivo de la muerte del rey Abdullah.

En la noche del sábado, el rey Salman de Arabia Saudita escoltó a Melania y a Donald Trump en un recorrido por el histórico Murabba Palace. Allí, la primera dama lució un largo vestido color fucsia, adornado con una capa y con una apertura en las mangas que dejó al descubierto sus brazos. El conjunto contó, además, con detalles de cristales en la zona del cuello. Mientras que Ivanka llevó un vestido largo plateado.

Este domingo, en su visita a la Escuela Internacional Estadounidense en Riad y un centro de servicio de General Electric, exclusivamente de mujeres, la primera dama no perdió la oportunidad para imponer su estilo. Asistió portando un vestido tipo camisero, de la firma Ralph Lauren, hasta las rodillas de color camel, un cinturón café y unos zapatos en tonalidades tierra. Hoy, la delegación presidencial se dirigirá a Jerusalén.