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Las salas de redacción de EL HERALDO y Al Día vibraron ayer en la tarde con la visita del cuarto Rey de Reyes del Festival de la Leyenda Vallenata, Álvaro López Carrillo. Puya,merengue y paseo, ejecutados con su acordeón y con el acompañamiento en la caja de Widinston Arias, el popular ‘Cosita’, sustentaron por breves minutos por qué el músico de La Paz se quedó con la corona en Valledupar hace 10 días.

El representante de la dinastía López narró que para obtener este galardón debió prepararse de manera intensa durante dos meses, alejándose, incluso, de las parrandas, tan ligadas a este folclor.

'Esto no fue fácil, me debía enfrentar a otros 20 reyes vallenatos, por eso me exigí al máximo. Me despertaba temprano a caminar, también levantaba pesas para fortalecer mi digitación y tuve que cortar por completo la grasa y el licor', contó el rey vallenato de 1992.

Durante la entrevista, que fue transmitida en vivo por la cuenta de EL HERALDO en Facebook, López relató que una de las claves para su éxito en las bodas de oro del Festival estuvo en el análisis que hizo de los videos de su padre, el también rey vallenato Miguel López (1972), y del tres veces rey de este certamen, Alfredo Gutiérrez. 'Sabía que no podía fallar, volverme a presentar dentro de 10 años sería algo engorroso, así que capté mucho del estilo clásico de estos dos monstruos del acordeón, eso me sirvió para obtener la nota más auténtica del concurso. Repito, no fue fácil, la pelea fue ante los mejores, pero gracias a Dios y al respaldo del pueblo lo pude lograr', dijo López, de 58 años.

El músico manifestó sentirse contento porque podrá fortalecer el semillero de acordeoneros en su pueblo, La Paz. 'Quiero tener una escuela para enseñar a tocar vallenato puro. No solo acordeoneros, sino también cajeros y guacharaqueros, e integrar así a los demás miembros de mi dinastía como mi papá Miguel y a mi tío, el reconocido cajero Pablo López. Esto es algo que tengo en mente y que espero cumplir ahora que soy Rey de Reyes', concluyó.