La Fiscalía rusa pidió este viernes tres años y medio de cárcel para el bloguero ruso Ruslán Sokolovski, que fue detenido el pasado año por cazar pokémones en una iglesia de Yekaterimburgo (Urales).
'Sinceramente, estoy tremendamente sorprendido de que la fiscalía haya pedido para mí tres años y medio de cárcel', respondió Sokolovski durante la vista judicial.
Sokolovski, de 22 años y cuya liberación ha sido exigida por la oposición y Amnistía Internacional (AI), no admitió su culpa, negó que sea un extremista, como mantiene la acusación, y recordó que su delito no es 'en absoluto violento'.
Además, señaló que tiene a su madre a su cargo y que si es enviado a la cárcel durante varios años, ya no podrá encargarse de ella.
La Fiscalía acusa al bloguero de violar el derecho a la libertad de credo, pero también de otros dos cargos: instigar al odio y de tenencia ilegal de equipos técnicos destinados a la captación secreta de información
Y es que las fuerzas de seguridad encontraron durante el registro del domicilio del acusado un bolígrafo espía con cámara oculta incorporada.
El juez adelantó que emitirá el fallo contra Sokolovski, que se encuentra bajo arresto domiciliario, el próximo 11 de mayo.
En el vídeo incriminatorio que propició la detención de Sokolovski se ve cómo juega al Pokémon Go en una iglesia en Yekaterimburgo mientras tacha de 'completamente ridículo (...) que alguien pueda sentirse ofendido porque otra persona camine con un teléfono inteligente dentro de una iglesia'.
Sokolovski decidió desafiar las advertencias realizadas por la televisión rusa, justo cuando el juego se convirtió en un fenómeno mundial, de que sus aficionados podrían ir a prisión si se les ocurría cazar pokémones en lugares de culto.
'¿Por qué demonios te van a encerrar por eso? Por ese motivo decidí cazar algunos pokémones en la iglesia. ¿Por qué no? Yo creo que es seguro y legal', agregó el bloguero.
Sokolovski fue detenido el 3 de septiembre y podría ser condenado, en virtud de la ley aprobada tras la famosa homilía punk protagonizada en 2012 por el grupo Pussy Riot: 'Madre de Dios, echa a Putin'.
La oposición liberal criticó duramente la detención del bloguero, que pronosticó se convertirá en un proceso similar al de Pussy Riot, mientras AI pidió la liberación del joven y tachó de 'absurda' su detención, que consideró un desprecio a la libertad de expresión.