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El 25 de marzo de 1947, gracias a los esfuerzos de su fundador, Manuel Abello Falquez, se logró consolidar la llegada de la Cruz Roja al Departamento del Atlántico. Una organización sin ánimo de lucro que años atrás, el 30 de julio de 1915, nació oficialmente en el país, impulsada por los doctores Adriano Perdomo e Hipólito Machado.

Desde ese entonces, el lema 'todos somos seres humanos' se convirtió en la guía de la institución en Colombia, de origen suizo, cuyo enfoque, en sus inicios, estuvo orientado a prevenir y aliviar los horrores de la guerra.

Para Patricia Maestre de Celia, presidente de la fundación, desde el 2008, la llegada de la Cruz Roja al Atlántico estuvo determinada por una época dorada y de un florecimiento integral en la ciudad. 'Este panorama dio lugar a que personas naturales se interesaran por traer el modelo de la institución al Departamento con el fin de hacer frente a situaciones de salud, ya que la cobertura en este sector era precaria', establece.

La primera junta directiva estuvo conformada por Juanita de Obregón, Enrique Bernal, Rafael Borelly Galindo, José Víctor Dugand Jr., Abel Blanco Jiménez, Angelina de Montes, Cecilia Esther de Martínez-Aparicio, Juan B. Fernández, Marianita de Smith, Alfredo Dávila y María de Correa, quienes fueron los encargados de fortalecer la estructura de la organización.

El 12 de octubre de 1955, la organización sin ánimo de lucro consiguió su primera sede propia en Barranquilla. Un terreno en el barrio Recreo, donado por Mario Santo Domingo y Beatriz Pumarejo de Santo Domingo, que inicialmente se usó como un puesto de socorro y primeros auxilios y donde está ubicada actualmente la institución. Hoy en día, la institución maneja las riendas del Centro de Rehabilitación Cruz Roja Teletón y el Centro Educativo Integral Cruz Roja.

'Esta entidad era el sitio en el que iba la mayor parte de la población para atender las emergencias. Por ejemplo, cuando se presentaban casos de cortaduras y accidentes de poca gravedad las personas se dirigían allí, porque esta era la encargada de cubrir las falencias del sistema de salud de la época. Hoy en día, ese concepto ha cambiado y nos hemos dedicado a la prevención y al apoyo psicosocial', considera Maestre.

En la actualidad, la Seccional del Atlántico cuenta con 90 empleados directos y 220 voluntarios distribuidos en tres agrupaciones: damas grises, juveniles y socorristas. De igual manera, se encuentran en formación 120 brigadistas, 15 voluntarios infantiles y 6 prejuveniles.

Los voluntarios

Desde el 7 de febrero de 1987, Edgardo Tovar se encuentra vinculado a la Cruz Roja Seccional Atlántico. En total, son treinta años de servicio voluntario donde ha tenido la oportunidad de pertenecer a diversos programas educativos y empezar su vocación de servicio en la agrupación voluntaria Juveniles, un espacio de trabajo creado en 1969 donde desde tempranas edades, los niños y adolescentes pueden cumplir con el rol de voluntario en los tiempos libres en pro de la comunidad.

Hoy en día, Tovar es el director de los socorristas de esta organización en el Atlántico, una labor que le ha permitido ayudar a poblaciones vulnerables y ser testigo de desafortunados eventos en el Departamento. 'Una de las experiencias que han logrado marcarme como persona y profesional fueron las inundaciones ocasionadas por la ruptura del Canal del Dique entre el 2010 y 2011. Ha sido la catástrofe más larga, pero siempre estuve trabajando muy fuerte y coordinando las ayudas comunes.

Según Patricia Maestre de Celia, los socorristas son muy importantes para la estructura de la Cruz Roja, ya que representan la parte operativa de la institución. 'Uno puede encontrar a un socorrista brindando atención a los asistentes de un estadio hasta rescatando víctimas bajo los escombros', añade.

Las Damas Grises son la agrupación voluntaria más antigua en la Seccional Atlántico, puesto que su creación se remonta a 1968. 'Somos el voluntariado femenino de la Cruz Roja y el propósito es ayudar a todos los segmentos de la población y así hemos podido trabajar con niños y madres cabezas de hogar. Paralelamente a la ayuda económica que les brindamos, procuramos ir más allá ya que nuestro principal aporte es el calor humano que les ofrecemos', afirma Amparo Sandoval, directora de este grupo.