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Bill Gates, Steve Jobs, Mark Zuckerberg son nombres que se vienen a la mente cuando se habla de líderes de la industria de tecnología. Pero, ¿qué hay de Marissa Mayer, la primera mujer ingeniera de Google y la CEO de Yahoo!; de Ursula Burns, CEO de Xerox, o de Met Whitman, presidenta de Hewlett-Packard?

La ausencia de la mujer en el imaginario tecnológico podría explicarse con lo revelado en el estudio ‘Las mujeres en lugar de trabajo’, realizado por LeanIn.Org y McKinsey. En este, los autores afirma que 'a pesar de las modestas mejoras, las mujeres siguen siendo insuficientemente representadas en todos los niveles del engranaje corporativo, con la disparidad más grande en los niveles superiores de liderazgo'.

Lo anterior, a pesar del hecho de que las empresas de tecnología con mujeres al frente generan un retorno de la inversión 35% mayor y un 12% más de beneficios que las conducidas netamente por hombres, según los datos de un estudio de la Universidad de Stanford y la Fundación Kauffman. Esta última entidad, señala, además, en un informe sobre emprendimiento que las mujeres están conquistando campos antes dominados por hombres, 'pero todavía sigue habiendo una brecha en campos como la tecnología de la información, la manufactura, la construcción y el transporte'.

Según un análisis de la compañía Etek International, que brinda formación en tecnología y comunicaciones de la información, 40% de sus clientes son mujeres.

'Los equipos de las empresas están contratando a mujeres para asumir roles de administración de bases de datos, seguridad informática, tecnología y en el área de riesgo', manifiestan.

De acuerdo con la consultora Deloitte Global, a finales de 2016 menos del 25% de los puestos en la industria de la tecnología de la información (IT) en países desarrollados estaban ocupados por mujeres. Desproporción que se replica en los salarios: una desarrolladora web en los Estados Unidos —en el tiempo de la generación que tararea el Run the World (girls) de Beyoncé— gana el 79% del salario de un hombre por hacer el mismo trabajo.

Afirma Joanna Prieto, CEO de la comunidad Geek Girls Colombia, que inspira y empodera a la mujer en la tecnología, sostiene que el índice de mujeres directivas en Colombia si bien está por encima de la media, sigue siendo bajo. 'En el país, es cercano al 38%'.

Agrega que 'las mujeres que están allí han podido atravesar obstáculos en temas de brechas salariales, romper los ‘techos de cristal’ o los ‘pisos pegajosos’ (terminología usada para describir los tropiezos del género femenino en el ámbito laboral)'.

Colombia fue incluida, según información citada por Etek, dentro de un grupo de tres países, junto a Costa Rica y Argentina, 'en los que las mujeres de alguna forma hacen parte o conocen la industria del software y los servicios informáticos'.

Prieto comenta también que a las mujeres les cuesta salir de un mismo nivel jerárquico, 'cuando no desarrolla habilidades que le permitan empezar a escalar en cargos'. Menciona, así mismo, como causales el entorno predominantemente masculino y los casos de acoso sexual.

Un documento de la Cepal, sobre la industria del software y los servicios informáticos como un sector de oportunidad para la autonomía de las mujeres, arroja comentarios de jefes de recursos humanos. Uno de ellos dice: 'La realidad es que todavía la mujer no elige tanto las carreras técnicas, es mucho más preponderante en el hombre (...)'.

Opinión compartida por Prieto, que atribuye este fenómeno al entorno en el que crece la niña. 'Estas ven en la publicidad a mujeres semidesnudas o a otras niñas jugando con muñecas. En cambio, los niños aparecen jugando con carros, robots, bloques de plásticos de Lego o jugando a tener cargos de poder'.

Cita adicionalmente un estudio de Microsoft que encontró que entre los 7 y los 9 años de edad, las niñas comienzan a sentirse menos inteligentes que los niños. Este busca conocer en qué momento las niñas pierden el interés por la ciencia y la tecnología.

'La conformidad con las expectativas sociales, los estereotipos de género, los roles de género y la falta de modelos siguen canalizando las opciones de carrera de las niñas lejos de los campos de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas', dijo Martin Bauer, uno de los autores del estudio, a CNN.