Mónica Andrea Vives Orozco, mejor conocida como Maía, goza hoy, nuevamente, a sus 34 años, del éxito que logró a mediados de la década de los 2000 con ‘Niña Bonita’, la canción que la llevó a convertirse en una estrella de la música en Colombia, sin habérselo propuesto; sin embargo, este sábado durante el programa ‘Se dice de mí’ del Canal Caracol, la barranquillera confesó como su miedo al fracaso y la presión de mantener el éxito la llevó a buscar refugio en la rumba, el alcohol y las malas compañías. Además, dio detalles de su vida amorosa y un par de incidentes de delincuencia común vividos en Bogotá que la llevaron a creer que todo estaba perdido.
Mientras ‘El baile de los sueños’ e ‘Natural’, lanzados en 2004 y 2005, respectivamente, fueron un éxito en ventas, Maía confesó que no representaban el sonido ni la imagen que ella quería para su carrera. Esto la llevó a cambiar de equipo y como consecuencia se redujo el número de presentaciones en vivo. Las deudas y la escasez de dinero la llevaron a devolver el apartamento que tenía en Bogotá, guardar sus muebles en una bodega, ponerle la cara a las deudas y regresarse a la casa de sus padres en Barranquilla porque cayó en un estado de depresión.
Vea aquí las #SesionesEH de Maía en la sala de redacción de EL HERALDO
El alcohol, las rumbas y malas compañías fueron el refugio de la cantautora durante este tiempo. 'Se vino todo abajo. Sentí que era un magneto de cosas negativas, rumbas hasta altas horas de la noche sin saber por qué estaba ahí y era más chévere estar borracho que sobrio.', reveló.
Entre lágrimas y con la voz entrecortada, Maía señaló que hubo una época en la que estuvo muy mal con sus padres, pese a eso, recuerda que ellos fueron 'maravillosos' cuando regresó a su casa; y que cuando volvió a trabajar, su papá le dijo: 'El hijo pródigo vuelve a casa'.
Durante los 60 minutos del programa, la intérprete de ‘Ingenuidad’ recuerdó un par de robos de los que fue víctima en Bogotá que marcaron su vida, ambos ocurrieron en un periodo donde contaba con más deudas que dinero. En el primero, tres hombres la retuvieron en un taxi por tres horas, con los ojos vendados, pidiéndole las claves de sus tarjetas de crédito. Le decían 'usted es Maía, usted tiene plata', e incluso la amenazaron diciéndole que si el cajero no les daba el dinero, ella 'no podía volver a su casa', indicando que la iban a matar. Cuando el primero de los tres hombres descendió del vehículo, ella logró golpear al que se encontraba a su lado y lanzarse del carro, pues una de las puertas quedó entre abierta. La barranquillera recuerda que corrió en dirección opuesta y que cuando se quitó la venda de los ojos estaba en un barrio del sur de Bogotá y nadie quería ayudarla pues pensaban que quería robarlos al tocar las puertas de las casas. Maía dice que una vecina logró llamar a la policía de la manzana y al llegar el oficial la reconoció y se encargó de ponerla a salvo.
El segundo fue un mes después del primer incidente, mientras paseaba a su perra Nikita. Tres jóvenes la abordaron con una pata de cabra, pidiéndole todo lo que tuviera de valor, es decir, un iPod y 20 mil pesos. Cuando Maía pensó que eso había sido todo, uno de los jóvenes se devuelve y le dice que su perra estaba 'muy bonita' y que se la iba a llevar 'para venderla', a lo cual ella reaccionó violentamente contra él y los otros dos alcanzaron a agredirla con el arma.
La muerte de su abuelo llegó un tiempo después, lo cual, asegura, la afectó muchísimo y al mismo tiempo la ayudó a darse cuenta que 'que la vida es más que los problemas que cualquier persona pueda tener', esa fue la razón por la que decide volver a hacer shows, pero revela que la trataron mal, que sintió que el nombre Maía 'era un sol de mediodía'.
También manifestó que ama los tatuajes y en los que luce en su cuerpo se encuentra plasmada la historia de su vida.
En cuanto al amor, confiesa que actualmente se encuentra feliz en una relación y aclara algunos romances que han sonado en el pasado: Danny Marín es su amigo de hace 14 años; Checo Acosta, es 'más mamador de gallo que pa’ donde' y ama a su esposa; Carlos Mario Zabaleta, parecía que me echaba los perros, pero así parecía con muchas y ya está serio; y Maluma, le pareció 'un sol y muy bonito pero siento que podría ser la tía'.