Con la luz de la ventana iluminando su rostro, Gabriel García Márquez –en una impecable guayabera blanca– permanece algo pensativo desde el lado derecho de una cama doble donde está sentado. La recordada fotografía hace parte de los más de 12 mil retratos de escritores que Daniel Mordzinski ha captado con su lente, tras 39 años de trabajo. Y que recopila en su primer libro publicado en Brasil.
En más de 400 páginas, A literatura na lente de Daniel Mordzinski reúne las primeras imágenes y otras inéditas del fotógrafo argentino, radicado entre París y Madrid. Esta es, tal vez, 'una declaración de amor hacia las letras', como él lo afirma.
El libro de SP editora será lanzado en Brasil, poco antes de cumplirse cuatro décadas en las que su autor se convirtió en el ‘fotógrafo de los escritores’. Y pese al tiempo, todavía mantiene fresco en su memoria el primer retrato que hizo, el de su paisano Jorge Luis Borges (1899 - 1986), a quien captó con su lente cuando apenas tenía 18 años, en Buenos Aires.
Así empezó el obturador a oprimirse con otras célebres figuras del mundo literario, como José Saramago, Mario Vargas Llosa, Umberto Eco, Octavio Paz y Julio Cortázar. 'Diría que la literatura alimenta mis sueños y mi vida', confiesa. Y las colecciones también. De chico recopilaba estampillas, figuritas de jugadores de fútbol, sobrecitos de azúcar y cochecitos Matchbox. Hoy su pasión se mantiene con los rostros de los escritores.
'Siempre amé la lectura, el acto secreto de viajar en el tiempo sin salir de casa o de la biblioteca. Por eso creo que en los libros se esconden los verdaderos secretos de la vida, que no son ni el dinero, ni el poder, ni la fama', expresa.
Sus fotos lo reflejan. Más en imágenes donde es fácil percibir su cámara irrumpiendo en la intimidad de los escritores, que le posan sin prevención. Pero lo que no se ve es la preparación previa al encuentro fotográfico, que en sus primeros años comenzaba en una biblioteca investigando sobre el siguiente modelo.
Después de tanta experiencia, esos encuentros son hoy más sencillos y rápidos. 'En el fondo siempre ha sido igual: un poema o una página dicen mucho del escritor que vas a encontrar, aunque nunca olvido que una cosa es el autor y otra su obra', señala. También tiene claro que si bien leerlos no garantiza una buena foto, sí una conversación más fluida.
No hay fórmulas mágicas, ni métodos en su labor de vida. Solo una gran intuición e improvisación. Y un poco más de saber escuchar. Su objetivo es claro: sacarlos de los lugares comunes de la literatura.
'Las fotinskis son travesuras visuales que proponen escenarios singulares y poses que exploran la intimidad del retratado. Para que haya una tiene que haber intimidad -emocional, y no necesariamente física-; una suerte de diálogo, aunque sea inaudible, pero no invisible a los ojos del espectador de la fotografía', explica Mordzinski.
Claro que no siempre fue tan fácil como parece. A diferencia de lo que muchos puedan creer, los autores más impresionantes -por su fama, sus leyendas o sus extravagancias pasadas- fueron los más 'dóciles' y menos 'barrocos' a la hora de fotografiar. Los complicados fueron los de su admiración, por no querer defraudarlos.
'Recuerdo la primera vez que retraté a García Márquez… Acababa de leer Del amor y otros demonios, estaba emocionado, quería escucharlo, hacerle preguntas y transmitirle cuánto me había gustado su libro. Lo menos importante en ese momento para mí eran las fotos. El lector pasó por delante del fotógrafo. El escritor Ricardo Piglia afirma, en Los diarios de Emilio Renzi, que el valor de la lectura no depende del libro en sí mismo, sino de las emociones que sentimos al momento de leer. A mí me pasa lo mismo con las fotografías. Me gustan las imágenes que me recuerdan los gratos momentos compartidos con famosos o anónimos', señala.
El Nobel de Literatura colombiano no es el único escritor nacional que ha pasado frente a su cámara. 'Colombia tiene un lugar muy importante en mis geografías fotográficas y sentimentales. Hay escritores que leo y me acompañan en todo lo que hago. Y como no quiero parecer avaro en elogios citaré dos de mis fotos preferidas de este libro: Marco Schwartz –director de EL HERALDO– y Miguel Iriarte Díaz-Granados', admite.
Esas dos fotografías mencionadas por Mordzinski son de sus más recientes, tomadas este año en Barranquilla, durante la Cátedra Europa de la Universidad del Norte. En esta misma ciudad, dijo, le gustaría festejar la cuarta década de fotografía con 'algún proyecto'.
Otros escritores colombianos que han estado bajo la mirada del argentino son Juan Diego Mejía, Álvaro Mutis, Piedad Bonnet, Santiago Gamboa, Héctor Abad Faciolince, María Gómez Lara, Juan Gabriel Vásquez, Jorge Franco, Laura Restrepo, Mario Mendoza, Lucía Estrada, Luis Miguel Rivas, Margarita García Robayo, Alberto Salcedo Ramos, Oscar Collazos, y muchos más con los que pierde la cuenta.
Exposición: muestra antológica en Buenos Aires
Daniel Mordzinski se prepara en diciembre para una muestra antológica en el CCK de Buenos Aires, organizada por Acción Cultural Española AC/E. En ella se reunirán 347 fotografías de escritores hispanoamericanos, muchas inéditas o de nueva producción. E incluirá la instalación ‘Cómo mirar lo que ya no existe’, compuesta por documentos, cámaras y objetos personales que evocan la destrucción de sus archivos ocurrida hace cuatro años en París.