En 2013, la norteamericana Anne Hathaway fue elegida como mejor actriz de reparto en los premios Oscar por intepretar a Fantine, una prostituta francesa, en el drama cinematográfico 'Los miserables'. Ganar la estatuilla, lo que para algunos actores significaría un reconocimiento prestigioso y honorable, representó para Hathaway un verdadero desafío de aceptar.
Así lo relató la actriz en una entrevista al periódico británico The Guardian. 'Me sentí muy incómoda. Casi pierdo mi cabeza haciendo esa película y todavía no me recuperaba', relató la artista.
Si bien durante la promoción de la película Hathaway relató que el rodaje de 'Los Miserables' correspondió a una intensa experiencia, poco se esperaban sus seguidores que aquella sería su reacción ante el anhelado reconocimiento.
'Tuve que ponerme de pie delante de las personas y sentir algo que no sentía, lo que era felicidad sin complicaciones. Es algo obvio, ganas un Oscar y se supone que eres feliz. No me sentí de esa manera', señaló la interprete, quien además se admitió que sintió culpa por vestir un costoso vestido Prada en la premiación, 'Se sintió mal estar ahí en un vestido que costó más de lo que algunas personas obtendrán en toda su vida'.
'Esa es la verdad y eso fue lo que pasó. Es un asco. Pero lo que aprendes de eso que sólo sientes que te vas a morir de vergüenza, pero no te mueres de verdad', agregó.
En la actualidad, Hathaway ha mantenido su carrera en Hollywood. En marzo dio a luz a su primogénito Jonathan Rosebanks Shulman.