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…El árbol de esta historia, cuando apenas medía un metro de altura, elevó su voz por encima del bosque y dijo: 'Cuando yo sea grande seré cuentero'. '¿Cuentero?', dijeron los otros árboles. 'Cuentero', dijo el agua del río. 'Cuentero, cuentero, cuentero', dijo el viento. 'Cuentero, sí, seré cuentero'. Y el árbol creció. Y una primavera, cuando todos los árboles se cubrieron de flores y de frutos, este árbol se cubrió de palabras.

Como ese árbol, ayer el Parque Cultural del Caribe se cubrió de palabras cuando el cubano Pedro María López –con solo un micrófono en escena, sus manos y sus gestos– iniciaba con esa historia la primera tanda de cuentos de 'los de allá' –los extranjeros– en Barranquilla, donde se inauguró la décimo novena edición del Festival Internacional de Cuenteros El Caribe Cuenta.

'La cuentería, indiscutiblemente, está enraizada en la condición humana. No es solo una cuestión cultural, tiene que ver con lo biológico. Somos seres que cuentan, que fabulan, seres que necesitan el encuentro de la palabra como un espacio previo al encuentro más íntimo'. Así define el cubano la expresión artística que hasta el 3 de septiembre tendrá su fiesta en el departamento del Atlántico.

Y el público, sobre todo el más pequeño, la aclamaba a gritos y aplausos en la Plaza Mario Santo Domingo la tarde de ayer. En su pequeña y ‘mágica’ tarima, objetos inanimados cobraban vida mientras animales parlanchines se tomaban los cuentos entre ogros, montañas y mares. Con esa narración oral, invitados locales, nacionales e internacionales demostraron que no existen barreras geográficas cuando de arte se trata.

'Ese no es un mérito del artista, la verdadera protagonista es la historia. Son ellas las que responden a arquetipos y necesidades humanas. Hay dudas que todos los seres humanos tenemos y a los que los cuentos intentan dar respuesta: miedos, divinidades, angustias, afectos. Por eso, aunque vengas de culturas tan lejanas, cuentas una historia y la gente se conecta', señala Boniface Ofogo (África).

Ofogo es un hijo de la tradición oral. Nació y se crió en una aldea al interior de Camerún, donde la transmisión oral era –y aún lo sigue siendo en gran medida– la única manera de acceder a cualquier tipo de información o conocimiento. 'Todavía hay contratos verbales, el testamento de mi padre, por ejemplo. Y tienen valor', cuenta.

Él hace parte de la nómina de artistas internacionales que estarán en Barranquilla y otros municipios del Atlántico contando cuentos, junto a López (Cuba), Esther Tamuza (España) y Juan Madrigal (Costa Rica): los de allá.

A ellos los acompañan 'los de aquí', los locales. Entre los que resalta la barranquillera Mayerlis Beltrán, cuya escenificación fue ovacionada por los niños, quienes con las criaturas mitológicas abrieron la puerta a la imaginación. Pero también están los imperdibles de cada año: Reinaldo Ruiz (Sahagún) y Carmelo Portancio (Chinú). Y muchos más.

La fiesta es de todos y para todos, y eso quedó en evidencia en la presentación de Rober Peña, un venezolano que no figuraba en la lista de invitados de este año. Viajó desde el vecino país para hacer parte –en el público– del festival de cuenteros, a lo que se dedica, y terminó haciendo reír a viejos, jóvenes y niños montado en la tarima. Eso contó a modo de agradecimiento al despedir su show.

Los cuentos infantiles fueron los protagonistas. Ahí estaban los pequeños, en el público y también en escena con las presentaciones de Liney Ortega (Galapa) y Stephania Blanco (Barranquilla). Hasta los estudiantes entran a la lista, con los ganadores del VIII Concurso Intercolegial de Cuentos que también tuvieron su espacio en la inauguración del festival.

'Las historias son universales porque tienen que ver con nuestra esencia. Seamos de donde seamos nos encontramos en las historias porque dan cuenta de lo que tenemos que celebrar: nuestras diferencias. No hay que tolerar las diferencias, hay que celebrarlas. Cuando uno tolera está pasando por encima del otro, lo acepta porque debe actuar civilizadamente. Pero cuando celebramos aceptamos y reconocemos lo que el otro tiene para darnos, que es igual de valioso que lo nuestro'.

Aunque no es un cuento, con las anteriores palabras el cubano Pedro Mario López sintetiza lo que es, y será esta semana, El Caribe Cuenta.

‘Un amigo, un diamante y otros cuentos’: Con el deseo de conservar para la memoria una muestra de la edición 19 de 'el Caribe cuenta', se creó este libro que recopila cuentos de todos los invitados, quienes en esta ocasión exaltaron la riqueza cultural de América Latina. Se venderá durante cada función del festival.