El ingrediente académico este año en el inicio de la edición 40 del Festival Nacional del Porro, en San Pelayo, escribió un capítulo aparte para lo que significa el certamen, que congrega a 600 músicos en el nuevo complejo cultural María Varilla.
Con el panel ‘El porro, música representativa e ícono de Córdoba’, que se desarrolló el miércoles en la biblioteca Miguel Milanés García, de Cereté, quedó claro que 'estamos dejando morir el porro', según lo manifestó Julio Castillo, músico cordobés que ha internacionalizado el género y quien fue uno de los invitados al evento.
Castillo insistió en la importancia de trabajar en el fortalecimiento de la cultura propia y sus ritmos. 'Hay que proponer nuevas cosas. En mi modo de ver, creo que puede ser una salida para que el porro tenga más trascendencia a escala nacional e internacional', sostuvo Castillo.
El concepto del pedagogo en música fue respaldado por el del investigador William Fortich, quien aseguró que 'tenemos que convencernos de que el porro es valioso. El Estado tiene que entenderlo, organizar instituciones educativas y estrategias. El Festival en este momento es una entidad que tiene que abrir campo a las nuevas propuestas. Toca retomar el camino para formar y tiene que hacerse con la institucionalidad; necesitamos formar el oído musical del pueblo colombiano.
Óscar Alviar, pedagogo musical de Bucaramanga, y quien asiste al festival en San Pelayo desde 1991, destacó que eventos académicos como el del abrebocas del Festival 'construyen un pensamiento alrededor de una práctica cultural como la del porro, que es un sistema que involucra, aparte de la música, un pensamiento, una gastronomía, una forma de vestir y bailar'.
El debate sobre el porro fue un espacio en el que otros entendidos en el tema, como Néstor Lambuley, de la Universidad Distrital Francisco José de Caldas, expresara que al ritmo viene a ser la 'lengua franca para una región', puesto que todos los lenguajes 'se comunican y alimentan. Además, la música cumple una función social'.
A su turno, Diego Sánchez, de la Universidad Central de Bogotá, resaltó el trabajo que se está haciendo desde la organización del 40° Festival Nacional del Porro al abrir un espacio académico para el debate. 'Esto es admirable, porque se ve el trabajo serio que se hace al respecto, más allá del sentir existe una fundamentación teórica', recalcó.
De manera simultánea al debate sobre el porro se realizó en San Pelayo la tradicional cabalgata, en la que participaron más de mil caballistas no solo de ese municipio, sino de poblaciones circunvecinas. Sendos eventos le dieron apertura a esta tradicional fiesta cordobesa, que se extenderá hasta la noche de mañana.
Recibimiento a los músicos
Por primera vez en la historia del Festival se organizó la gala de recibimiento para los 600 músicos que integran las 25 bandas que participan este año, y cuyo acto sería anoche en el complejo cultural María Varilla.
'Es un espacio para que todos los músicos se integren y compartan mediante la dinámica de la tertulia en una cena ofrecida por la alcaldesa María Alejandra Farrero Pareja y los miembros de la junta del Festival del Porro Pelayero', afirmó Otalia Herrera Espitia, presidenta de la Fundación Complejo Cultural Nacional e Internacional del Porro María Varilla, organizadora del festival.
La encargada de amenizar era la banda Conmoción de Chille, que arribó a San Pelayo durante la tarde del miércoles. La agrupación se presentará igualmente en otros escenarios del municipio para que los asistentes al evento conozcan el formato del porro que se interpreta en ese país.