'Carlos vives dice que la cumbia es nuestro blues y yo digo que el porro es nuestro jazz'. Así describe la cantautora Adriana Lucía ese sonido que ‘mueve’ el suelo de su tierra, Lorica (Córdoba), y que se transportó a todo el territorio nacional; aunque su apropiación en el país no es completa. Menos lo será a nivel internacional. Por eso, clarinetes, bombardinos y trompetas llegaron a la Real Academia Española (RAE) de Madrid, para solicitar visibilidad.
El sueño comenzó con el sombrero vueltiao elevado al cielo, las velas en la mano y las faldas al aire –como se baile porro-, por 65 periodistas de seis medios de comunicación de los departamentos de Córdoba, Sucre y Bolívar, historiadores y folcloristas. La semana pasada una comitiva del grupo llevó personalmente una misiva a la RAE para que incluya en el diccionario español un cuarto significado de la palabra porro: género musical del Caribe colombiano.
Hay tres acepciones que la academia concede y acepta de la palabra ‘porro’. Es un puerro (planta herbácea), un cigarrillo de marihuana y también hace referencia a una persona torpe, necia y ruda. Actualmente el concepto que referencia al ritmo musical se encuentra en el diccionario de americanismos, un muestrario del lenguaje 'coloquial' usado en el continente americano.
'Pero nosotros queremos que la palabra aparezca en el diccionario oficial de castellano, el que le llega a todo el mundo. Para que personas de otros países conozcan lo que escuchamos aquí', manifiesta Rahomir Benítez Tuirán, líder de la iniciativa y director de contenidos del diario El Meridiano.
Con este propósito agruparon en Tributo al porro una investigación que recorre la historia del porro desde sus inicios hasta las innovaciones contemporáneas. El libro fue entregado al consejo de la RAE como argumento para sostener la petición. Cinco millones de habitantes esperan una respuesta que no tiene límite de llegada.
Un pueblo en 156 páginas
'El porro no solamente es un ritmo musical, es una forma de vida, una forma de amar. Es como un pedacito de pueblo que llevamos dentro y nadie nos lo puede quitar'. Como lo afirma Adriana Lucía –autora de Quiero que te quedes- también lo hace toda la sabana. Tributo al porro condensa ese sentimiento en 156 páginas de letras e imágenes.
El ritmo folclórico es el reflejo de la riqueza costumbrista de la región. Esa que tocó la orquesta de Lucho Bermúdez; la Billos Caracas Boys y Los Melódicos, de Venezuela; La Sonora Matancera, de Cuba; y que siguen interpretando desde la tradición Juancho Torres, y desde la fusión contemporánea con pop y rock, Adriana Lucía.
'Este fue un deseo más como sabanero y amante del porro, que como periodista. Quería recopilar el conocimiento sobre el porro que hasta antes del libro solo estaba en la tradición oral que se expande con el voz a voz. Trabajamos la sala de redacción de todos los medios del Grupo Editado en una investigación ardua', indica Benítez.
La idea llegó a su cabeza en medio de una charla en la que su hermano, José Armando, quien vive en Barcelona, le contó que en una reunión con amigos estaban hablando de porro y él, inocente, creía que se referían a la música. Lo aterrizaron rápido al mostrarle un cacho de marihuana. 'Yo me quedé pensando: ¡‘Hombe’, esto no puede seguir siendo así!', relata Benítez.
Desde los casi desconocidos inicios del porro que datan de la época precolombina -con los grupos gaiteros de origen indígena mezclados con la rítmica africana-, hasta las bandas más representativas de la región –algunas con 50 años de tradición-, y la ‘nueva ola’ que se une a sonidos modernos. Un viaje musical en compás de 2/2.
El libro contó con la participación de conocedores del ritmo como el profesor William Fortich, el maestro Miguel Emiro Naranjo, reconocido por haber llevado el porro a Francia, y la cantante Adriana Lucía, quien hizo un video documental hace un año para explicar la raíces del ritmo.
El libro, a todo color, va acompañado de un CD y abre con una carta dirigida a Darío Villanueva, director de la Real Academia Española, en la que definen el porro como 'un género musical, cadencioso, efusivo y alegre, tradicional de la costa norte de Colombia'.
Lo que queda claro después de la investigación, es que el universo conceptual y emocional no limita el significado de porro como ritmo musical, las sensaciones que produce en quien lo escucha es su mejor calificación. Incluso para Adriana Lucia: 'A mí me gusta la descripción de porro que hace mi gran amigo, el maestro Miguel Emiro Naranjo: aire musical originario del Caribe de Colombia que produce convivencia social y fiesta'. Así de sencillo.