El acordeonero Julio Rojas decía tener mil historias que nacieron en las parrandas con Gabriel García Márquez.
Pero la anécdota más significativa para el músico surgió del sonido de una llamada telefónica que se escuchó en su casa a las 10 de la noche, una semana después de haberse coronado como rey vallenato, en 1983.
''Alguien lo contestó y me dijo: 'Julio te llama una tal Mercedes de parte de Gabito'; entonces yo refunfuñé diciendo: oye, la gente no respeta estas horas para llamar a mamar gallo', contó Rojas, y agregó que contestó desconfiado el teléfono y escuchó ''esa voz que solo se parecía a él''.
''Me preguntó: 'Julito, ¿sabes por qué ganaste el Festival?' Yo, un poco nervioso e impresionado, le contesté: 'Por usted Gabito'; él me respondió: 'No señor, por sus cualidades, usted ganó porque fue el que mejor tocó, y te llamo para darte la gracias'', narró el acordeonero.
Desde entonces, entre Julio Rojas y Gabriel García Márquez se forjó una sólida amistad, de la cual el músico se expresaba con profunda gratitud.
'Para Gabito solo tengo palabras de agradecimiento por dejarme compartir momentos tan agradables junto a él y su familia. Además de valorar nuestro arte con el acordeón', decía Rojas.