Por más de 50 años, la compañía estadounidense de entretenimiento Disney se ha caracterizado por ser una de las más reconocidas escuelas de actuación y música para los niños y jóvenes que se quieren encaminar por ese mundo artístico, así como un trampolín capaz de impulsarlos a los grandes escenarios.
De la última de las reclutadas por la reconocida empresa de las que se ha tenido noticias ha sido de Zendaya Stoermer, reconocida por interpretar a Rocky en la serie A todo ritmo de Disney Channel. Una joven que se está encargando de romper con los estereotipos creados por sus predecesores, que también fueron pupilos de la famosa empresa.
Muchos de ellos, generalmente mujeres, dejaron de ser ‘niñas ejemplo’ para los más pequeños para convertirse en mujeres potencialmente propensas a los escándalos, especialmente relacionados con adicciones al alcohol y a las drogas.
Britney Spears, una de las ‘chicas Disney’ más antiguas, comenzó su relación con esta cadena televisiva cuando tenía 11 años y fue aceptada en la temporada 6 del programa El nuevo club de Mickey Mouse.
Desde entonces, la cantante, mejor conocida como la ‘Princesita del pop’, no solo obtuvo grandes logros y premios, sino también una inmensa cantidad de problemas asociados al alcohol y las drogas.
De acuerdo con lo expresado por su madre, Lynne Spears, en su libro A través de la tormenta, Britney empezó a beber a los 13 años, tuvo relaciones sexuales a los 14 y empezó a consumir drogas a los 15.
Las salidas nocturnas desenfrenadas y el ingerir drogas y alcohol le acarrearon, con menos de 30 años, varias entradas y salidas a centros de rehabilitación, la pérdida de la custodia de sus dos hijos y el hecho de que un juez determinara que su padre debería llevar las riendas de su vida dado que la cantante presentaba serios problemas psicológicos.
Otra que siguió sus pasos fue la actriz Lindsay Lohan, quien saltó a la fama con su papel en la película de Disney Juego de Gemelas. A temprana edad, Lohan se vio relacionada con drogas, robo de joyas y alcoholismo, lo cual en 2007 le significó su primer arresto. Después de eso ha sido detenida cinco veces más, condenada a libertad condicional, al pago de millonarias multas y a pasar largas temporadas en centros de rehabilitación.
Por su parte, Miley Cyrus, de 23 años, ha sido una de las chicas que más ha dado de qué hablar en los últimos años, desde que el programa Hanna Montana, el cual protagonizaba, llegó a su final. Poco o nada queda de la inocencia y dulzura de la Miley de 13 años que interpretó aquel papel para Disney.
Desde entonces, Cyrus ha sido criticada por haber sido vista fumando marihuana, sus excesos en las fiestas, fotografías en ropa interior, por sus videoclips semidesnuda y sus presentaciones que incluyen bailes subidos de tono.
Por último, la cantante y actriz de ascendencia mexicana Demi Lovato, de 24 años, mejor conocida por sus papeles en el programa Sunny entre estrellas y en las películas de Camp Rock, todos de la franquicia Disney, también ha protagonizado una vida de escándalos.
En 2010 tuvo que ingresar a una clínica de rehabilitación tras haber sido diagnosticada con trastorno de bipolaridad, que la llevó a autolesionarse, y anorexia.
Además, hace poco menos de un mes, en una de sus entrevistas más sinceras, confesó que llegó a consumir cocaína casi a diario.