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En una granja ubicada en el Valle Central de California, viven las 'monjas de la marihuana', como se las conoce popularmente, no pertenecen oficialmente a una orden religiosa ni profesan la fe católica, pero visten hábitos blancos y cultivan plantas de marihuana en el jardín trasero.

Hicieron votos, visten hábitos, bendicen las plantas y siguen una serie de rituales en conexión con la Tierra, la Luna y la naturaleza con los que, aseguran, quieren sanar al mundo.

'No me importa que me llamen monja de mentira', afirma la hermana Kate, de 55 años a la BBC. 'La religión ha hecho mucho daño a las personas'.

Activistas del movimiento Occupy la bautizaron 'Sister Occupy' en el 2011 porque empezó a participar en las protestas antisistema con atuendos religiosos, lo que para ella era una forma de atraer la atención.

La hermana Kate fue parte de una cooperativa que cerró en 2013 en la cual cultivaba marihuana, de ahí sobre sus efectos curativos.

'Tuve mucho contacto con personas moribundas que me pedían ayuda. Querían que los enseñara a fumar con pipa ya que no tenían más hígado para asimilar antibióticos, o eran enfermos de Parkinson y necesitaban ayuda para controlar los espasmos', recuerda.

Es analista de sistemas, algo que reitera para dejar por sentado que no toma decisiones a la ligera o sin un previo estudio de la situación.

Y precisamente fue un estudio de la situación el que la llevó a elaborar productos con fines curativos hechos a base de marihuana, en el marco de una orden feminista que empoderara a las mujeres y volviera la mirada hacia la sabiduría de las comunidades nativas.

La hermana Darcy, de 24 años, se unió a la abadía hace poco pero con una conexión que parece que se conocieran de toda la vida.

Con aceite de coco y otros elementos, se elabora un ungüento con base en el componente no psicoactivo del cannabis, el cannabidiol (CBD), que distribuyen por correo postal a clientes de todo el mundo.

Las Hermanas del Valle siguen un códigos de vida: son veganas y célibes durante las dos semanas que separan la Luna nueva de la Luna llena.

Durante este ciclo lunar, la oración está reservada para la producción de la loción, reseña la BBC.

'Hay meditación, sanación, tenemos el corazón y el alma puestos en la elaboración de un producto que cura', explica la hermana Darcy.

Las creencias de estas mujeres van más allá del cultivo de marihuana medicinal: ellas aspiran a un revolucionario cambio del sistema.