El 26 de junio de 2015, William Gutiérrez Botero, de 37 años, madrugó para participar en la Media Maratón de Bogotá. Antes de las 8 a.m., Botero llegó a la Plaza Simón Bolívar, lugar escogido como punto de encuentro para los corredores. El ingeniero industrial y atleta corrió los 21 kilómetros completos hasta llegar a la meta. Sin embargo, al terminar la carrera sufrió un paro cardíaco y se desplomó en el suelo.
Por fortuna, Botero cayó en frente de tres voluntarios de la Cruz Roja, los cuales inmediatamente utilizaron un aparato que ayudó a devolverle el ritmo cardíaco al atleta.
Así como Botero, millones de personas han sufrido paros cardíacos, pero desafortunadamente la mayoría no recibe la atención oportuna y termina por presentarse la muerte súbita, una forma de fallecimiento inmediato e inesperado que ha causado un gran número de defunciones en el mundo.
Según la definición del cardiólogo Carlos Alcalá Manjarrés, la muerte súbita es la aparición de una arritmia letal que provoca un paro cardíaco.
Por su parte, Rodolfo Vega revela cifras sobre la afectación de la muerte súbita. Cuenta que aproximadamente cinco millones de personas mueren por esta causa en el mundo anualmente. En Colombia, por cada 100 mil personas, se generan cuatro muertes por esta causa.
En cuanto a Estados Unidos, Vega afirma que 300 mil personas presentan muerte súbita al año, mientras que en Argentina, una persona muere por esta causa cada 20 minutos.
Recientemente, el mundo se sorprendió con un nuevo caso de este tipo de fallecimiento. El futbolista camerunés Patrick Ekeng, de 26 años, murió en la mitad de la cancha durante un encuentro del Dinamo de Bucarest, equipo en el que jugaba, y el Viitorul.
Ekeng sufrió un paro cardíaco. Según informó el médico del Bucarest, se intentó reanimarlo en la ambulancia pero fue imposible evitar la tragédia.
Este caso no ha sido el único en el fútbol, y menos de un camerunés. En 2003, Marc-Vivien Foé, también del país africano, falleció durante un partido contra la Selección Colombia en la Copa Confederaciones.
Los especialistas explican que la muerte súbita es heraditaria y le puede suceder a cualquier persona sin importar la edad, el lugar o la actividad que esté realizando. Desde niños recreándose en el colegio, pasando por jóvenes y adultos jugando fútbol, hasta a ancianos sentados en la sala de su casa.
'En la última Maratón que hubo en Bogotá un señor tuvo un paro cardíaco y murió. Otra persona también hizo un paro, pero alcanzó a ser reanimada porque tenía a la ambulancia al lado', cuenta Vega, refiriéndose a William Botero en el segundo caso.
El atleta afirma no recordar haber corrido la carrera. Explica que luego de hablar con las personas que presenciaron lo ocurrido, y de revisar el reloj que midió su velocidad durante la competencia, ha tratado de reconstruir los hechos del incidente. 'En los 15,7 kilómetros algo pasó. Según el reloj, a partir de allí empecé a disminuir la velocidad con la que venía corriendo, lastimosamente ese día no utilicé mi medidor de frecuencia cardíaca', dice.
Vega explica que las causas de muerte súbita son un grupo de patologías que aparentemente no se ven, ya que el paciente no presenta dolor. 'El primer y único síntoma es la muerte', comenta.
Algunas causas. Entre las patologías que provocan de la muerte súbita se destaca la arteria coronaria anómala; esta se refiere a un defecto en una o más arterias coronarias del corazón. La persona nace con esta condición. La anomalía está relacionada con el lugar de donde se origina la arteria en el corazón. 'Esta tiene una particularidad; en ocasiones avisa, en otras, no', cuenta vega.
Precisamente, esta fue la que presentó William Botero, quien dos meses después del incidente fue intervenido quirúrgicamente a corazón abierto para acabar con el problema de raíz.
Otra causa de muerte súbita es el síndrome de Brugada, que, según explica el cardiólogo Vega, es una patología que en ocasiones es confundida como un bloqueo de la rama derecha, la cual consiste en un defecto en el sistema de conducción eléctrica del corazón.
La miocardiopatía hipertrófica es también una de las principales causas de muerte súbita. Se presenta cuando las paredes del corazón se ponen más gruesas y obstruyen la salida de la sangre por la aorta, principal arteria del cuerpo humano.
El cardiólogo Alcalá explica que, en el caso de los deportistas, esta miocardiopatía ocurre por el sobreentrenamiento o porque no se descansa lo suficiente.
Otra causa de la muerte súbita es la displasia arritmogénica del ventrículo derecho que, de acuerdo a Vega, es cuando el músculo cardíaco se empieza a reemplazar por grasa, la cual no se contrae como lo hace el músculo, causando que estos pacientes hagan arritmias y se mueran.Según ambos cardiólogos, todas estas enfermedades son hereditarias y tienen alteraciones en el cromosoma que son difíciles de identificar.
'Lastimosamente, el sistema de salud en Colombia hace poca prevención para que las personas que podrían presentar muerte súbita consulten a un médico habitualmente', dice Alcalá.
Atención y prevención. Según los expertos, la única forma de sacar a una persona de un paro cardíaco es con un desfribilador externo automatizado (DEA), un aparato electrónico portátil, de poco peso, que puede descargar una corriente al corazón a través del tórax para que, en el evento de un paro, este permita que el corazón vuelva a un ritmo normal. Por esto, los cardiólogos Vega y Alcalá señalan la importancia de que en los sitios públicos como centros comerciales, transportes o empresas haya un DEA.
'En países de Europa y en Estado Unidos tú ves en sitios públicos avisos de que hay DEA, pero en Colombia, no. Esto deben tenerlo porque es lo que puede salvar la vida una persona', cuenta Vega, y agrega que además debe haber gente entrenada, así no sea médico, para atender la situación.
Por otra parte, también existe el cardiovector, un dispositivo que se implanta en el corazón, a través de una cirugía, para que detecte cuando una persona esté haciendo paro cardíaco y lo saque de dicho estado. 'Esto es un problema eléctrico y la solución es un choque eléctrico', explica Vega, quien agrega que esta cirugía se la deben realizar personas que hayan descubierto que tienen antecedentes de muerte súbita.
Los especialistas aseguran que realmente la única forma de salvar vidas es con la educación y la prevención. Comentan que el hecho de que las personas no se sientan mal no significa que esté sanas, por esto recomiendan consultas médicas periódicas y se hagan, por lo menos una vez en su vida, un electrocardiograma.
En el caso de los deportistas, recomiendan chequeos cardiovasculares con mayor frecuencia. 'El deporte puede ser el gatillo para tener una muerte súbita, más aún, cuando son deportes aeróbicos', afirma Vega, y agrega que, a pesar de esto, mucha gente sin estar en movimiento ha fallecido por esta causa.
Casos de muerte súbita en futbolistas
El 26 de junio de 2003, durante el encuentro de la selección de Camerún contra Colombia, falleció de muerte súbita el futbolista camerunés Marc-Vivien Foé, en el estadio Gerland de Lyon, en Francia, donde se jugaba la Copa Confederaciones. El dictamen médico fue que Foé presentó miocardiopatía hipertrófica, un problema hereditario.
Por otro lado, el húngaro Miklos Feher también presentó muerte súbita el 25 de enero de 2004, mientras jugaba con su equipo Benfica contra el Victoria, en Portugal. Cuando estaba a punto de concluir el encuentro, Feher se disgustó con el árbitro por una jugada, caminó unos pasos y se desplomó. Falleció por arritmia cardíaca.
Otro ejemplo es la muerte del brasileño Serginho, quien el 27 de octubre de 2004 murió de un paro cardiorrespiratorio en partido que su equipo, Sao Caetano, disputaba contra Sao Paulo. Sufrió paro cardíaco fulminante a los 14 minutos del segundo tiempo. El club conocía que tenía problemas coronarios.