Una muestra de 6.000 embriones de ratón enviados al espacio a bordo de la misión científica china no tripulada SJ-10 ha mutado después de 80 horas en el cosmos, según los primeros resultados recibidos por los científicos en la Tierra, de los que informa hoy el diario oficial China Daily.
Fotografías de alta resolución, tomadas cada cuatro horas, revelaron que los embriones evolucionaron a los tres días desde una etapa inicial en la que cada uno estaba formado por dos células a ser ya blastocistos, la forma evolucionada en la que en reproducción asistida pueden ser ya implantados en un útero.
El descubrimiento es 'un paso de gigante' en el estudio del desarrollo de vida en entornos de microgravedad, destacaron los científicos chinos, aunque aún se encuentre en las primeras fases de la materia.
'Hemos podido probar finalmente que el paso más crucial en nuestra reproducción, el desarrollo inicial de los embriones, es posible en el espacio exterior', explicó en declaraciones a China Daily el zoólogo Duan Enkui, líder del equipo que llevó a cabo el experimento.
'La raza humana todavía está muy lejos de poder colonizar el espacio, y antes de eso debemos comprobar si es posible que podamos sobrevivir y reproducirnos en el cosmos de la misma forma que en la Tierra', explicó.
En 1996, una misión similar conducida por la NASA estadounidense envió 49 embriones de ratón al espacio en la misión STS-80 , pero en aquella ocasión ninguno de ellos se desarrolló, y 10 años después China imitó este experimento también sin éxito, con el laboratorio espacial SJ-8.
'Es un pequeño paso para los embriones de ratón, pero un gran paso para la reproducción humana', declaró el experto Aaron Hsueh, de la estadounidense Universidad de Stanford, parafraseando a Neil Armstrong durante su llegada a la Luna en 1969.
El SJ-10, primera misión científica china para estudiar la microgravedad y sus efectos, fue lanzado al espacio el 6 de abril con el objetivo de conducir varios experimentos.
También se examinarán en esta misión los efectos de la radiación espacial en los genes de la mosca de la fruta o en células de rata, entre otras pruebas.