En Beijing, China, sonaron durante unas horas los ritmos de la cumbia, el bullerengue y la música de raíces africanas con la presentación que el grupo de danza Pasión Caribe, bajo la dirección de la coreógrafa barranquillera Rossana Lignarolo, realizó ayer.
'Llegamos hace dos días a la ciudad y el resultado de este evento fue realmente espectacular. Somos un grupo de ocho bailarines y dos muchachas estudiantes cantadoras. El recibimiento ha sido excelente', dijo Lignarolo a este diario.
Agregó que se quedarán en el país asiático durante lo que resta del mes, y que tendrán dos presentaciones más, una el 24 y una el 25 de marzo. En estas se apreciará la belleza musical y de la danza de estos ritmos, al tiempo que –explica Lignarolo– habrá un espacio para la interpretación moderna.
'Vamos a preparar una instalación con telas que le hagan honor a la biodiversidad del país; tendrán estampados de animales y plantas. Será una intervención moderna, contemporánea', expresó la coreógrafa.
China y Colombia. Este espectáculo tuvo lugar como preludio del Año Cultural China-Latinoamérica, que se inaugurará a finales de este mes y con el que la región busca posicionarse como la segunda economía mundial.
'No deberíamos ahorrar esfuerzos en tratar de que los pueblos se conozcan más. Es a través de la cultura como entramos, sentimos, percibimos y nos identificamos', explicó la embajadora colombiana en China, Carmenza Jaramillo, presente en el evento.
En un momento de la presentación, un grupo de baile de mujeres chinas de más de 60 años, llamado Oropéndolas y Golondrinas, se unió a los colombianos bajo el ritmo de los tambores.