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La antesala de la feria de moda más destacada de la Región Caribe, Plataforma K, recibió ayer a los amantes de la moda con una rueda de negocios que invita a los asistentes a conocer las tendencias que se imponen para el Resort 2016.

Luego de un recorrido por las diferentes firmas expuestas en los stands, la hora de ir a pasarela llegó. A las 3 p.m. en punto, Plataforma K abrió su catálogo en vivo, donde las piezas más destacadas de la totalidad de los diseñadores participantes fueron desfiladas durante unos cuantos minutos. Como es característico de las colecciones que se presentan en el evento, la playa fue el escenario protagonista de las prendas, algunas muy innovadoras.

La pasarela de Chocolyne abrió los desfiles centrales con dos marcas. Noise, con su colección Seirina, vistió el escenario de una negra penumbra, para luego reflejar piezas de lencería elaboradas en delicados encajes. El blanco jugaba a ser compañero de esa oscuridad predominante, que atrapó las miradas. Las transparencias, la microfibra y el halter también estuvieron presentes en esta sensual propuesta.

Al llegar Alejandra Isaac se avivó la primera pasarela de Plataforma K. La creadora sincelejana, con su colección Forever Nomad, le dio color a las telas y texturas. Enterizos, vestidos fluidos y maximalistas, pero sobre todo los boleros hipervaporosos se destacaron en esta propuesta, que le apostó a una amplia paleta de colores, que inspira a una mujer bohemia a llenar su vida de miles de aventuras.

A las cinco de la tarde, una magia gitana se apoderó de la pasarela. Era la marca Paradizia que, a ritmo de Gitana, canción de Willie Colón, abrió las puertas a su mundo de canutillos y pedrería, característicos de las mujeres con espíritu viajero.

Licras texturizadas y estampados llenos de colorido predominaron en la colección Bohemian Souls. Una propuesta adornada por flecos que evocaban el espíritu de una mujer bohemia, amante de los tonos tierra, magenta y aguamarinas.

En esta colección, el toque final de elegancia y sofisticación a la hora de ir a la playa lo otorgaron los accesorios de Lina Echeverry.

Complementos como bolsos y gafas completaron la propuesta de bikinis, trikinis y cover ups para la playa, y que terminaron en el mundo de las pijamas y la lencería.

Prendas evocadoras a gitanas bohemias continuaron con una de las macrotendencias que desde el año pasado se impone en la moda, y que ya había anticipado Alejandra Isaac en su pasarela con una mujer boho mucho más distinguida, con acentos flamencos, y que encontró su máximo punto en una especie de novias hipermodernas, románticas y sencillas que, todas de blanco, se valieron de la textura para enamorar, con capas bordadas y recamadas.

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Los boleros hipervaporosos vistieron a la mujer bohemia y distinguida de la sincelejana Alejandra Isaac.

Llegó el sport. El universo sportwear se mezcló con el beachwear al llegar la pasarela de Maaji, en la que la licra fue la textura predominante. Artessence, nombre de esta colección, cautivó con la llegada de los trajes y salidas de baño. Prendas en color azul cyan, lima neón, rosa pastel y naranja encantaron a los amantes de la moda, que disfrutaron de una muestra llena de detalles manuales, estampados en golondrinas y siluetas versátiles, ideales para un día en la playa o un coctel a la orilla del mar.

Tenis y botines deportivos lograron verse armoniosos con tops y bikinis gracias a la puesta en escena de la firma.

Por su parte, en un escenario totalmente blanco, adornado en sus extremos por pequeñas margaritas de variados colores, sembradas en macetas, la firma Saha presentó una propuesta en la que se exalta la belleza y estética femenina.

Tanto en la pasarela como en la colección, el blanco reinó. Siluetas dinámicas y cómodas dejaban ver a los floridos estampados –siempre con el toque blanco– que evocaban la tranquilidad de los jardines. Prints de antiguas edificaciones también predominaron en las prendas de esta pasarela, adornadas por chaquiras elaboradas por las manos de mujeres indígenas de la comunidad Wounaan Phubur.

El enterizo fue la prenda reina de esta colección, reinterpretado con leves variaciones.