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Un recaudo colectivo para llevar a cabo nuevos proyectos musicales, causas sociales y hasta experimentos científicos se propone cambiar los tradicionales métodos de financiamiento. A esta estrategia de negocio se le conoce como crowdfunding, y su base principal está segmentada en el aporte de quienes logren ser incentivados a contribuir.

Hasta hace más de cuatro años en Colombia, las personas que desearan poner en marcha una iniciativa debía recurrir, por lo general, a un préstamo bancario, el cual le acarrearía más deudas y compromisos.

Pero ahora, con esta relativamente nueva modalidad, los emprendedores le podrán dejar la responsabilidad a la campaña de publicidad, que, al igual que el recaudo, se realiza por medio de internet debido al bajo costo y alcance de masas que se obtiene.

Nace el ‘crowdfunding’

Luego de que varias de las iniciativas del software Open Source resultaran exitosas para el público, sus creadores comenzaron a solicitarles donaciones para financiar los demás proyectos informativos que nacían en la empresa.

Al ver que la respuesta de sus seguidores fue positiva, los emprendedores decidieron que ese sería el método con el que sacarían adelante sus trabajos. A partir de allí, a nivel mundial se ha logrado recaudar montos considerables para proyectos musicales, de infraestructura, causas sociales y hasta personales.

Desde emprendedores tecnológicos que buscan llevar sus videojuegos al computador hasta una pareja palestina que sueña casarse en la Franja de Gaza...

En Colombia aún no se ha comenzado a explotar masivamente este método de negocio, pero en Barranquilla, particularmente, hay ejemplos del uso del crowdfunding ha resultado beneficioso, mientras que otros apenas nacen. La banda Los se Adentro, el festival de grafiti Killart, la Fundación Grupo Apolo y el estadero La 100 han recurrido a esta estrategia. También el festival Cine a la Calle recurrió a esta estrategia, con la plataforma Indiegogo.

Johann Daccarett, vocalista de la banda de rock barranquillera Los de Adentro, cuenta que ha tenido una grata experiencia con esta plataforma. El músico asegura que no solo utilizan el método para hacer campaña publicitaria o promocionar un sencillo, sino que a través de la plataforma han hecho actividades para los fans y para que puedan acercarse aún más a su trabajo. 'Nos permite mostrar otras facetas musicales de la banda, y a los seguidores los acerca a conocer la banda', reiteró.

El reconocido grupo de rock debía recaudar dinero para presentarse en Bogotá en octubre pasado, y los fanáticos respaldaron esta iniciativa aportando dinero, en una exitosa jornada de un mes, que alcanzó la totalidad de la suma necesaria. La misma experiencia positiva tuvo el grupo Sidestepper, quienes participaron en el pasado Carnaval de las Artes.

César Gómez, coordinador de la empresa colombiana de crowdfunding Ounset, explica que, durante el recaudo, el emprendedor suele ofrecer algunas recompensas a las personas que se vinculen al proyecto o causa que está buscando financiar. 'Las recompensas deben ser algo significativo para que las personas se animen a vincularse. Porque esto no es una donación, es un intercambio de beneficios'.

El vendedor se beneficia de forma financiera y los contribuyentes se llevan un reconocimiento a modo de recompensa, que por lo general los liga aún más con el proyecto a mediano o a largo plazo.

Gómez está actualmente acompañando a los propietarios de La 100 a crear la estrategia para su campaña de crowdfunding. 'Nosotros acompañamos en todo el proceso a la gente que quiera aportar desde la plataforma y, en este caso, a la gente de La 100, para que puedan lograr una campaña atractiva'. La idea es que la gente se dé cuenta que aportando está haciendo cosas importantes para recuperar un espacio relevante para la ciudad, que desde hace años ha perdido el fulgor de sus mejores épocas, forjadas a ritmo de salsa.

Según Gómez, este tipo de recaudo está cambiando las formas de financiamiento en varios territorios del mundo, pero en Colombia todavía no se ha expandido por todo el país, por lo que apenas se está conociendo.

¿Cómo funciona?

Para iniciar el proyecto de financiamiento por crowdfunding, el emprendedor debe crear un proyecto indicando su descripción, cantidad necesaria de dinero y el tiempo de recaudación.

La plataforma funciona como cualquier otra página web. La persona que desee aportar al proyecto crea un usuario utilizando su e-mail o su Facebook, y desde ahí busca la campaña a la que quiera apoyar. Existen campañas de fundaciones, temas culturales y, el más fuerte, la música.

'Ellos buscan financiamiento a través de sus seguidores para lograr sus proyectos, ya sea la grabación de un disco, la producción de un videoclip o un viaje que deban hacer'.

Luego de registrarse y elegir el proyecto con el que se vinculará, debe escoger la recompensa que desea recibir una vez haya hecho su aporte. Las contribuciones van desde los 10 mil pesos y hasta lo que establezca el emprendedor.

El pago puede realizarse a través de internet por medio de tarjetas de crédito, débito y, los pagos presenciales, que puede ser en puntos Baloto, Efecty, e incluso en bancos, en el caso nacional. 'La idea es que todos tengan acceso a esta iniciativa. Es muy sencillo, no hay excusas para no vincularse'.

En Colombia

El marco jurídico que rige la utilización del ‘crowdfunding’ en Colombia no es tan clara como en otros países como Rusia, Francia, España y Estados Unidos, donde desde el año 2003 se han generado avances reguladores para este tipo de financiamiento. Sin embargo, la ley colombiana especifica que al poner en marcha este método de recaudo virtual se autoriza al emprendedor a desarrollar la campaña por medio de la web. El dinero recibido de los aportes de usuarios deben ser destinados directamente a quien solicita el servicio de la plataforma. Para llevar a cabo este estatuto, los implicados deberán firmar un contrato en el que se establezca claramente el destino de los recaudos. Una vez terminado el plazo de la campaña financiera, el beneficiado debe pagar a la plataforma web por la prestación de sus servicios durante el tiempo que duró el recaudo financiero.