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La quinta década del mítico patrimonio cultural que congrega a los salseros de Barranquilla en un solo lugar merecía una celebración como la que se llevó a cabo ayer. La Troja acogió a legiones de bailadores que se apostaron frente a una gran tarima para festejar sin importar el cansancio con el que amanecerían hoy.

Cerca de 2.600 personas llenaron el estadero y las calles desde la esquina de la carrera 44 con calle 74 hasta la 72. Fue el sol radiante de la una de la tarde el que dio la bienvenida al ‘Supermega concierto del año’, como lo llamaron. Desde esa hora los asistentes empezaron a llegar, ansiosos por escuchar la nómina musical que engalanaría la gran celebración.

Justo a las tres de la tarde, la presentación del barranquillero Yilmar Zilguero junto a su agrupación abrió el telón de la gran fiesta que celebró medio siglo de existencia del lugar que en 2003 fue declarado Patrimonio Cultural y Musical de La Arenosa.

'Si vengo a Barranquilla y no voy a la troja, es como si no viniera', aseguró el cartagenero Jorge Ríos, quien no duda en visitar este centro musical cada vez que viaja a la Curramba por asuntos laborales.

La segunda agrupación encargada de amenizar la celebración fue la Banda de Eduardo Machacón. Seguidamente, siendo las 5 p.m., subió a la tarima el maestro Odilio González e interpretó temas de su repertorio musical como Amor a la ligera, Yo tenía una luz, Sueño que no olvidaras y Guayaba verde.

El puertorriqueño debió apoyarse en las letras para poder cantar algunas de sus canciones. 'He tenido que leer porque estos temas los grabé hace casi 40 años', explicó en medio de su presentación.

Cerca de las seis de la tarde, el artista terminó su presentación e inmediatamente Edwin ‘Guayacán’ Madera hizo entrega de dos congos de oro trojero para González y Yilmar Zilguero. 'Espero volver a Barranquilla', dijo el puertorriqueño.

Al caer la noche y oscurecer el cielo por completo los trojeros siguieron con la misma energía con la que llegaron al súper megaconcierto de La troja.

Justo a las 6:30 p.m. arribó a la tarima la orquesta La Bandola Latin Music, ganadora de congo de oro y a la que también le fue entregada la estatuilla trojera.

Durante el evento se pudo observar a los trojeros mover maracas al ritmo de la música de los diferentes artistas. Uno de ellos Harold Hernández, quien desde hace 8 años convirtió a La Troja en su lugar favorito para rumbear. 'Este sitio es el mejor para disfrutar de la salsa verdadera', dijo.

La moda también hizo parte de la celebración. Elsy Pérez, salsera desde niña, vistió un atuendo africano inspirado en el Lokassa Ya M’Bongo y el Joe Arroyo.