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El craso error de Steve Harvey en Miss Universo, los diálogos de paz en La Habana y las fallas en el servicio eléctrico del Caribe fueron algunos de los puntos que se cuestionaron, entre burla y sátira, en el Encuentro de Letanías que ayer tuvo lugar en la Plaza de la Paz.

El Correo de las Brujas fue uno de los 23 grupos de letanías que tenían apartado su espacio, de ocho minutos, para hacer reír a los espectadores con sus ocurrencias.

Aunque la cuota masculina predomina en estos encuentros de letanías, estas siete ‘brujas’ barranquilleras demostraron que las mujeres también son poseedoras de la creatividad y el ingenio que caracteriza a los personajes del Caribe para responder, con jocosidad, ante las situaciones más adversas que se presentan.

'Hace 20 años, mi hermano Winston Valle (Q.E.P.D) decidió crear un grupo de letanías con mujeres, y desde hace seis años yo seguí su iniciativa con las siete mujeres que estamos hoy aquí. Competimos por igual con los hombres, trabajamos temas de interés local, nacional e internacional, a través de letanías burlonas, criticonas y pintorescas', dijo Ana Valle, minutos antes de subir al escenario con sus 32 letanías preparadas desde hace 20 días.

Estas ‘brujas’, cuyas edades oscilan entre los 20 y 50 años, son de las que se atreven a dar la cara mientras lanzan sus críticas. Ellas no se esconden bajo un capuchón ni tras unas gafas oscuras. Ellas visten de negro, sí, pero con la cara descubierta, ojos que brillan con purpurina plateada y matizan con labios oscuros. También llevan un sombrero plateado y puntiagudo, que las distingue como brujas y las separa del grupo de viudas en un Martes de Carnaval.

'Para hacer túnel sin afán, y que no se atrasen las vías, búsquense al Chapo Guzmán y él les hace hasta el tranvía', rezaba su letanía número 15, mientras el coro ‘remataba’: 'La Policía no vio nada, la plata dañó las alarmas, tenían las manos untadas, ese día descansaban las armas'.

A Rosa Cabrera, de 53 años, le pudo más su espíritu recochero que el miedo o los nervios de subir a un escenario. Desde hace seis años se animó a lanzar jocosos versos como estos y junto a sus dos hijas, Loraine, de 20 años, y Jenny, de 22, trabaja por mantener viva la tradición oral que caracteriza al Caribe.

'El humor no solo está en la vulgaridad y eso lo demostramos nosotras con nuestros versos que exaltan lo mejor de nuestras tierras', dijo Cabrera.

'Nuestra reina Marcela, y el rey Lisandro Polo, se fueron de francachela, y se gozaron bien su trono. Esta fiesta de Barranquilla fue una sola gozadera, aquí la alegría brilla y pone a gozá a cualquiera', concluyó el correo de estas ‘brujas’.