Compartir:

Por más de cinco décadas, Dolcey Gutiérrez y Alci Acosta han demostrado de qué está hecha parte importante de la expresión sonora del Caribe colombiano. Su proyecto de vida ha posicionado esa riqueza cultural en todos los rincones del país. Hoy, es Barranquilla –y su máxima fiesta– la que rinde tributo a ellos y a su legado musical.

En el punto principal de la Lectura del Bando, la Plaza de la Paz, los maestros serán homenajeados por Carnaval S.A. con el ‘Turbante de la Tradición’, máximo galardón que se entrega a personalidades destacadas de la Fiesta. En este escenario deleitarán una vez más al público con sus repertorios de éxitos.

El toque de amor

Es la representación misma del romántico costeño; en cada bolero imprime ese despecho sofisticado que desvela en silencio a los hombres de la región. Desde Soledad, el municipio atlanticense que lo vio nacer y donde aún reside, sigue más vigente que nunca quien fue el primero en interpretar La pollera colorá en piano, el maestro Alci Acosta.

Su voz puso a brillar los ojos de muchos enamorados alrededor del país en sus 50 años de trayectoria artística. Aún no se ha retirado. Vive y vivirá por siempre por la música, aunque su figura en los escenarios ya no sea tan frecuente. Hoy vuelve a las tarimas para recibir la ovación de un público que creció con éxitos como Traicionera, Si hoy fuera ayer, El último beso, Mi querido cascarrabia... los mismos que entonará esta noche.

'En Carnaval, muy poquito se baila el bolero, que es lo que yo toco, por eso me tomó por sorpresa el homenaje, pero estoy muy contento y orgulloso de ese reconocimiento, porque son muchos años participando en el Carnaval y tocando el piano', indicó el padre del músico Checo Acosta.

Un solo desparpajo

La música picante de Dolcey Gutiérrez prendió los motores carnavaleros de la redacción de EL HERALDO ayer en la mañana. Con toda su banda acompañándolo y un acordeón en manos, interpretó la canción que espera pegar en esta temporada: El sepulturero.

'Para mí, el reconocimiento como ícono del Carnaval es el honor más grande que puedo sentir. Ser homenajeado es una gran satisfacción para un artista como yo, que lleva toda su vida dedicada a que la gente goce y se ría', expresó Gutiérrez.

Una experiencia de 54 años de carrera le han hecho merecedor del homenaje, que le ha valido más contratos de los que había visto 'jamás en mi vida de artista'. Como él mismo dice, 'hay Dolcey pa’ rato', y eso quedó evidenciado luego de su recuperación de un cáncer de riñón y de una cirugía para evacuar un hematoma cerebral.

'Estoy como un ‘quiquí’, vivito y coleando', expresó. En ese son burlesco lleva un repertorio de más de mil canciones y 104 producciones discográficas.

Aunque nació en el corregimiento de El Guamo, en Bolívar, desde los cinco años se trasladó a Barranquilla. No se puede adentrar en la fiesta más popular de la ciudad sin escuchar Curucuchando, Ron pa’ todo el mundo, La chupa o Jean más cachucha. Con esos temasque lo hicieron famoso se presentará hoy, después del show de Martín Elías.