A Marcela García Caballero nada le borra la sonrisa por estos días. Ella es la soberana de la máxima fiesta barranquillera –y del país– y así lo asume, con todo lo que conlleva dicha responsabilidad, sabiendo lo que significa estar siendo vista –y criticada– por miles de personas.
Sabiendo eso, ha tomado las riendas de su reinado y se ha permitido licencias como escribir su propio Bando, que leerá mañana, en tres puntos diferentes, y en el primer evento masivo al que se enfrenta, en el que sabe que enamorará a muchos, y puede que a otros no tanto. Así lo dice. Pero a ella no le preocupa. Vive en una gozadera constante. Ella es la dueña del ‘Carnaval de la Gozadera’.