Unir en una frase las palabras sacerdocio, muerte y poder, quizás no signifique mucho en la retentiva de la gente, pero hacer lo propio con incienso, mirra y oro, puede que inmediatamente se dirija la atención a un día como hoy. El 6 de enero es esa fecha en el calendario católico en la que cada año, los cristianos de todo el mundo celebran la Epifanía del Día de Reyes, dicho de otra forma, el anuncio en revelación del nacimiento del Hijo de Dios en la Tierra.
Precisamente el incienso, la mirra y el oro (sacerdocio, muerte y poder según la tipología bíblica) son junto a la popular estrella de Belén, los 'dones' o elementos clásicos que no solo ambientan los pesebres y se mencionan en los villancicos, sino que también se convierten en los estandartes de reflexión para la conmemoración de la época.
En dedicación, varios países que profesan dicha creencia aprovechan este tiempo para recrear la escena bíblica narrada en el segundo capítulo del libro de Mateo, con creativos montajes teatrales, desfiles en calles importantes y tal como sucedió en el episodio histórico, dar obsequios conmemorativos entre familiares y amigos, también en albergues, hogares geriátricos, hospitales y orfanatos, llevando alegría a los más necesitados.
Los dones ofrecidos por los Reyes Magos o sabios de oriente al Mesías recién nacido, se convierten entonces en la clave de festejo, pues según la historia, no se los llevaban a cualquiera. Monseñor Víctor Tamayo, obispo auxiliar de Barranquilla explica un poco más a fondo el significado de dicho acontecimiento. 'En este día se celebra la aceptación, por parte de la humanidad, hacia el Dios hecho hombre que nació hace más de dos mil años, un suceso que lo sentencia todo, además de las condiciones en que se dio, por lo que significaría tal acontecimiento para el planeta, el cual dividió la historia en dos siendo un nuevo tiempo, el tiempo del Mesías', aseguró el prelado.
Conjuntamente con los tres populares obsequios, otro elemento de la escena que le da sentido a su propia naturaleza es la estrella de Belén, que en este tiempo 'plasma con claridad' el valor que tuvo en aquella oportunidad.
'Con su resplandor único, en estos días la estrella de Belén puede tipificarse en la tan anhelada Paz que queremos para Colombia, hecho tangible que puede guiarnos para mejorar nuestro contexto como ciudadanos y en ese orden, disfrutar dones como la solidaridad (la mirra), la compasión (el incienso) y el desprendimiento (el oro)', agregó Tamayo.
Más Creencias
El pueblo cristiano evangélico tiene un punto de vista igual de interesante ante la fecha. Chiesleman de Mier, pastor asociado a la iglesia Bautista Central de Barranquilla comenta que el episodio plantea el 'cumplimiento certero' de una profecía de la que se hablaba 400 años atrás.
'Los sabios de oriente fueron tres personajes entendidos en la interpretación de los tiempos, y la estrella fue para ellos la revelación de Dios hacia los hombres en que el tiempo para el nacimiento del Mesías entre nosotros había llegado. Sus ofrendas como tal fueron el reconocimiento de una misión especial que tenían, la cual era llevar el primer sustento a la familia de escasos recursos en la que nació Jesucristo', comentó el pastor cristiano.
Ya en el plano material, países como España, México, Puerto Rico, Argentina, Filipinas y Paraguay elaboran platos especiales para el día, como la rosca de reyes y tamales de todo tipo. Los más pequeños dejan sus cartas en los zapatos con las peticiones de sus regalos, un motivo de gran expectativa tanto para los niños como para sus padres.