La controversia generada en Miss Universo, el pasado domingo, ha causado mucha suspicacia sobre el proceso de la competencia. Durante la transmisión en vivo del certamen, el presentador Steve Harvey anunció como ganadora a la representante colombiana Ariadna Gutiérrez. Minutos después corrigió el resultado y nombró a Miss Filipinas, Pia Alonzo Wurtzbach, como la sucesora de la barranquillera Paulina Vega Dieppa. Muchas dudas sobre el proceso de elección quedaron en el tintero.
En medio del saludo real, entre los aplausos del público, Harvey caminó hacia el backstage del evento al notificar el resultado final, con una evidente cara de conmoción. A su regreso, Ariadna tuvo que despojarse de la corona por una lectura equivocada del humorista estadounidense, quien dice que el telepronter decía Colombia.
Las cámaras de televisión se apagaron, pero se encendieron los celulares de los espectadores que aún permanecían en el lugar sorprendidos. En videos compartidos en redes sociales se ve el escenario del Planet Hollywood Resort & Casino revolucionado. Las 80 candidatas se volcaron hacia donde aún permanecían la virreina y reina universal. Con abrazos y gritando al unísono 'Colombia', las candidatas consolaron a la colombiana, y pocas felicitaron a Wurtzbach.
Los jurados tampoco entendían lo que pasaba. Una de ellos, Olivia Culpo, Miss Universo 2012, felicitó a Colombia por la corona a través de su Twitter. Al rato, le tocó rectificar el comentario, 'Siento mucho lo que pasó', expresó.
Eso sucede porque ellos emiten su voto individual de manera secreta, al final se computan los puntajes y quien reciba el mayor gana. Por lo tanto, ni siquiera los jurados conocen el resultado hasta que lo lee el presentador. Además, desde este año el quinto juez fue el público que desde casa votó por la web, al que se le sumaron las candidatas en la última ronda.
La organización de la belleza. Hasta septiembre de 2015, la Organización Miss Universo (MUO, por sus siglas en inglés) era de propiedad del empresario estadounidense Donald Trump, quien lo vendió a la empresa de entretenimiento WME/IMG, de Ari Emanuel y Patrick Whitesell, luego de que se lanzara como precandidato presidencial de los Estados Unidos.
La MUO funciona como una franquicia, por la que deben pagar los países interesados en enviar una delegada al concurso universal; cada año moviliza una gran cantidad de gente y dinero alrededor del mundo. Este año llegó a su edición número 64.
El proceso de elección comienza con un año de anticipación con la selección de las representantes de cada país, quienes deben cumplir con los parámetros que exige la organización.
Entre los requisitos está ser legalmente mujer, es decir, que está abierta la posibilidad de que una transgénero concurse. Además, no debe ser casada ni divorciada, ni haber estado en embarazo, tener nacionalidad del país al que representarán, tener entre 18 y 27 años y disponibilidad de tiempo para cumplir con la agenda real durante el año que dura el reinado.
Elección y coronación. Semanas antes de la coronación, las candidatas se reúnen en un mismo lugar, realizan distintas actividades sociales y culturales, desde los ensayos y las grabaciones promocionales hasta las cenas y fiestas con patrocinadores e invitados especiales. El traje nacional es el primer desfile, en el que es calificado el diseño que lucen alusivo a su nación.
Su participación se oficializa en la Preliminar, donde se presentan en traje de baño y de noche. En ese momento son evaluadas por unos jueces preliminares en una entrevista y pasarela privada; ellos eligen a las 15 cuartofinalistas. El fallo se conoce la noche final.
Este año, este jurado estuvo conformado por Erika Albies, vicepresidenta de Global Fashion Communications en IMG; Erin Brady, modelo; Keiko Uraguchi, directora de Digital Partnerships en WME|IMG; Julio Caro, productor y manager; Rocky Motwani, empresario fundador de Jiko Services; Nischelle Turner, periodista; y Zak Soreff, experto en marketing.
El día de la coronación hay un panel distinto de jueces. La ex Miss Universo 2012 Olivia Culpo, el exjugador de fútbol americano Emmitt Smith, la actriz Niecy Nash y el bloguero Perez Hilton lo conformaron este año. Ellos calificaron a las 15 candidatas elegidas luego del desfile en traje de baño donde eliminan a cinco. El puntaje numérico no se promedia, ni se acumula, ni coincide con el resultado final, porque cambian en cada ronda.
Las diez restantes desfilan en el traje de noche a gusto propio y se eliminan cinco más. Llegan así las esperadas preguntas para las cinco semifinalistas, y luego una misma pregunta para las tres últimas. Los jurados emiten su voto secreto, sin poder ver el de los demás. Los puntajes de la ronda final se computan, incluyendo los votos de las personas en la web y de las candidatas, para elegir a la nueva Miss Universo.
Este proceso cambia constantemente a consideración de la MUO, por lo que es difícil asegurar que el siguiente año el procedimiento sea igual. Por ejemplo, desde el año pasado se anuncia primero a la Miss Universo que a la virreina, y desde este año entre las cinco semifinalistas se eligieron tres, a las que se les hizo una ronda de preguntas con el mismo interrogante para todas, y se eligió así a la primera y segunda finalistas, y a la Miss Universo 2015.
Ganó popularidad. El certamen de belleza orbital venía en decadencia desde hacía varios años. Parece que ya nadie tiene tiempo de ver Miss Universo, que cada vez es menos popular. Sin embargo, con la más reciente polémica de la reina coronada por error, el concurso volvió a suscribirse en el radar de muchos espectadores que había perdido, e incluso, a los que nunca había conquistado. Muchos expertos se han referido al tema, como Osmel Sousa, presidente de Miss Venezuela, quien desde ya vaticinó el éxito de la colombiana Ariadna Gutiérrez.
De igual forma lo manifestó Catalina Robayo, Señorita Colombia 2010. 'No hay mal que por bien no venga. La organización con toda seguridad se reivindicará por lo sucedido con grandes contratos', aseguró quien fue finalista del certamen en 2011. Y así mismo lo replican cientos –tal vez miles- de personas en las redes sociales.