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El periplo de Paulina Vega Dieppa como Miss Universo 2014 comenzó, tardíamente, el 25 de enero de este año, e inéditamente se convertirá hoy en la única beldad orbital cuyo reinado comienza y acaba en un mismo calendario, que además no corresponde al período que –oficialmente– presidió.

La barranquillera cierra hoy un año extraordinariamente corto de reinado, pero intenso por todo lo que supuso: desde los acostumbrados viajes oficiales que la hicieron recorrer el mundo, pasando por la Riviera Francesa hasta Indonesia; con un atenuante que, hasta el momento, no había tenido la historia reciente de Miss Universo: la xenofobia, luego de las declaraciones del magnate Donald Trump, expropietario del certamen, en las que denigraba a los latinos.

Paulina, en aquel momento coyuntural, tomó la vocería y condenó las palabras de Trump, defendió su corona y dejó en claro la valía de los latinos, siendo –luego- tildada por el millonario como 'hipócrita', algo de lo que ella supo blindarse y seguir el rumbo natural de su agenda, una de las más mediáticas de los últimos tiempos, también catapultada por la misma controversia desatada al interior de la organización del concurso de belleza.

Imagen de importantes campañas publicitarias, como las de multinacionales, como Falabella o la marca extranjera de trajes de baño Yamamay, logró estampar su imagen hasta en una de las estampillas del servicio de correspondencia nacional, que la honró con la emisión de 9.540 registros filatélicos con su rostro.

Hoy, la barranquillera cierra 325 días como la mujer más linda del planeta, y es la única Miss Universo colombiana viva en la actualidad, luego de la reciente muerte de Luz Marina Zuluaga, a quien le ‘arrebató’ este título luego de 57 años.