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Tan solo seis metros cuadrados mide la cocina de la casa de Yulitza Sarmiento, que se encuentra ubicada en la última calle del barrio El Carmen, de Malambo. Este rincón considerado el favorito de su hogar, se encuentra construido en el centro del mismo, como demostrando que este es el espacio más importante para la familia Sarmiento Pérez.

Y no es para menos, si en este pequeño espacio nació la que actualmente ostenta el título a la mejor cocinera infantil del país, según el reality de la televisión nacional ‘MasterChef Junior’, en el que esta pequeña de 12 años se destacó por la preparación de platillos en los que los jurados siempre destacaron la sazón de la niña oriunda de Malambo, que será homenajeada por la Alcaldía Distrital de Barranquilla, esta tarde en un restaurante del norte de la ciudad.

'Nicolás De Zubiría siempre esperaba con ansias la presentación de los platos de la niña. Yo creo que se saboreaba cada una de sus preparaciones', cuenta Mónica Pérez, madre de Yulitza.

La pequeña chef, nombrada por el chef Jorge Rausch como 'la reina de la sazón', no encuentra las palabras para describir de dónde viene el secreto de su sabor culinario; sin embargo, toma el tarro de la sal con mucha propiedad y con el ceño fruncido mira fijamente sus pequeños dedos mientras salpica los camarones que intenta descongelar para la preparación de su platillo favorito –Camarones en leche de coco y chips de plátano– que realizó ayer desde su casa para los lectores de esta casa editorial.

Desde los cinco

Yulitza sonríe y canta todo el tiempo mientras cocina; admite que lo hace para 'calmar el estrés'.

'Mientras estuve en MasterChef intentaba cantar para que las cámaras y las miradas de los jueces no me desconcentraran', cuenta la niña, mientras organiza los ingredientes que utilizará.

La destreza que tiene con el cuchillo es realmente admirable. Une los dedos de su mano izquierda para agarrar el racimo de cilantro y con la derecha hace movimientos muy rápidos para cortar la verdura. Cuenta que esta agilidad la aprendió de su abuela, quien la ponía a pelar papas y a cortar verduras desde los cinco años de edad.

'A esa edad a mí no me gustaba jugar con muñecas. Ya yo jugaba con chocoritos de verdad, con cuchillos de verdad, verdad, que me enseñó a usar mi abue; aunque a veces a mi mamá le daba mucho miedo que los usara', relata Yulitza.

Su madre cuenta que cuando ella salía a trabajar, Yulitza, que tenía por ese entonces 9 años, se adueñaba de la cocina y hacía la cena para todos en la casa, incluso para su abuela, que vive unas cuadras más abajo.

'En las tardes, Yulitza terminaba la comida, le servía primero a la abuela y se la llevaba personalmente. En el barrio ya era conocida por este noble gesto. Así que a mi hija ya le decían la MasterChef antes de serlo, porque cuando salió la primera temporada del programa, ya todo el mundo sabía que cocinaba desde niña y le mamaban gallo así', afirma Mónica.

Cogiendo 'saborcito'

Yulitza agarra literalmente la sartén por el mango para saltear los camarones, que en efecto brincaron en el aire expulsando su natural olor a mar.

'Ya casito están', sentencia la menor, que corrió a añadirle la leche de coco a la proteína líder de este plato. El siguiente paso sería la adición del cilantro, que se encontraba picado previamente; sin embargo, Yulitza optó por no echarlo en su totalidad.

Con mucha seguridad la pequeña chef afirmó que el cilantro se le agregaba poco a poco en medio de la preparación para que los camarones 'vayan cogiendo saborcito'.

Este tipo de tips culinarios que Yulitza expresa parecen sacados de grandes libros de gastronomía, o parecen salidos de la boca de la más veterana de las chefs. Pero finalmente salieron, todo el tiempo, de esta pequeña que mide tan solo un metro treinta, y que sueña con convertirse en una próspera administradora de su propio restaurante.

'Yo aprendí mucho en el programa, pero todo lo de la cocina lo tenía en la cabeza por mi familia', cuenta Yulitza, quien añade que es precisamente a su núcleo familiar al que más les gusta cocinar.

'Mi familia, sobre todo mis papás, siempre me han demostrado su amor, mientras degustan mi comida. Ellos al final se convierten en los mejores jueces, porque me critican con los comentarios más positivos y sinceros del mundo'.

Cocinando sueños

Yulitza cocinó por varios meses en la inmensa cocina dispuesta por RCN para la producción de ‘MasterChef Junior’. En ella, se lució preparando lo mejor de la gastronomía del Caribe y del país entero.

Hace una semana volvió a su casa con su trofeo de ganadora, que ubicó en el centro de la sala, para que quienes la visiten sepan que allí –justo detrás– nació la primera MasterChef Junior del país, que hoy sueña con tomarse toda la sala y parte de su patio para expandir los seis metros cuadrados de su cocina.

'Sueño con tener una cocina del grande de mi casa, que esté bien equipada con todos los implementos, sueño con tener mi restaurante, que llamaré ‘La sazón de Yulz’. ¡Ay no, yo sueño mucho', comenta sonriente Yulitza, quien agrega que sus anhelos la han acompañado siempre. 'Cuando vi esas cocinas grandes de la competencia no me dio miedo, a pesar de que vengo de una cocina pequeña. Porque sé que de lo poquito y de lo pequeño se aprende a lo grande', concluyó la pequeña cocinera, mientras ‘emplataba’ dentro de un coco su preparación de camarones en leche de coco y chips de plátanos, su platillo favorito.