Compartir:

Con una presentación en vivo, en donde cantó sus conocidos temas Porro bonito y Cedro, la cantautora Adriana Lucía se robó la atención de los espectadores que asistieron a la muestra del documental 'Porro hecho en Colombia', que contó con guion y dirección de esta artista oriunda de Lorica, Córdoba.

'Uno no elige dónde nacer, pero yo fui afortunada por nacer en esta tierra', declaró la cantante mientras explicaba los detalles de su trabajo audiovisual.

Adriana habló con EL HERALDO y expresó su gran emoción por mostrar su trabajo en esta ciudad que según ella 'siente mucha identidad con los personajes de 'Porro hecho en Colombia', que ganó este año el Premio del Público en el Colombian Film Festival de Nueva York y se estrena hoy en todas las salas de cine del país.

¿Cómo fue el proceso de concebir y poner a rodar esta idea?

Yo empecé a presumirle a unos amigos extranjeros que en mi tierra para que las vacas caminaran había que cantarles, que la gente hace música con las hojas de árbol, que las mujeres bailan y se ponen las velas en la cabeza. Y ellos me decían: 'Wow, pero increíble'. Corrí a buscarle un documento para mostrárselos pero no lo encontré. Entonces me conocí con un gran amigo, William Fortich, que hace parte de la Academia de la Historia de Córdoba y con él empezaron todos mis interrogantes, al tiempo me recomendaba pueblos para viajar. Fueron 8 años yendo de pueblo en pueblo, conociendo a mi gente, dejando de ver a la gente común y corriente como paisaje y viéndolos como esos grandes artistas que merecen ser conocidos.

¿Y qué se encontró?

Me encontré con grandes personajes y me di cuenta de que no hay mejor forma de construir este país que hablando de la gente, que visibilizar a la gente buena, esa que vende el suero, el queso, que no sale en televisión y no suena en la radio. Son ellos los que hicieron la trocha para que muchos estemos aquí.

En sus recorridos, ¿cómo percibió los sonidos del porro, siguen iguales o han evolucionado?

Yo tengo un pensamiento muy diferente a lo que le llaman evolución, pues a veces la evolución es involución pero al final yo creo que todo está inventado. Yo no creo que haya mucha cosa para inventar que ya no se haya hecho. Yo creo que hay una cosa puntual y es que la esencia de nosotros viene de todos lados, entonces a la final nada es nuestro. Nuestra identidad es coger todas esas cosas que vienen de todos lados y hacer nuestra propia identidad. Porque si tú vas al porro de banda, los instrumentos son franceses, hay otros que llegaron con la banda de guerra y si ves las gaitas, estas son nuestras pero las melodías vienen del sur de España y el sur de España es árabe. Entonces al final todo nos pertenece y nada nos pertenece pero todo es nuestro, entonces a lo que voy es a que creo que cada generación de alguna manera tiene que mostrar cómo lo siente.

¿Cómo lo muestra usted a su generación?

Yo creo que los artistas de antes hicieron un trabajo muy bárbaro, sin redes sociales y sin tanto cosa y llevaron esto hasta el universo. Yo con mi trabajo trato de ser honesta con lo que soy, con lo que siento, con mi visión del porro porque yo no pienso ser debutante del porro o como me han dicho 'debutante del ‘porrock', porque creo que tengo una alta influencia de la música pop que es innegable. Hay una cosa que pudiste ver en el documental y es que esos viejos son de avanzada, ellos mismos dicen que esto tiene que evolucionar, pero yo a veces digo ‘no sé si tiene que evolucionar, porque para mí ya eso está evolucionado’, pero siento que es necesario que no nos pongamos con muchos purismos y le demos la oportunidad a las nuevas generaciones de expresarse.

¿Y se está viendo ese aporte actualmente?

Creo que en lo principal que nos debemos basar es en el respeto, si tú tienes la base del respeto, el porro es porro así se chifle. Creo que cada generación tiene la capacidad de aportarle una nueva visión para que eso no quede como una pieza de museo.

¿Cree que es tipo de piezas como ‘Porro hecho en Colombia’ servirá como una herramienta de evolución para que nuevas generaciones se fijen en nuestra riqueza cultural?

Yo definitivamente no lo vería como una evolución, yo diría que es un puente o un canal de visibilización. Sí, es el motivo principal, mostrarle a la gente de dónde venimos, y si te das cuenta la base de esto es el respeto, el respeto profundo por todos los artistas que hicieron parte de este trabajo. Por más pequeño que hayan sido sus aportes todos tuvieron su momento especial, porque para mí lo tienen en la historia de 'Porro hecho en Colombia' y en la historia de la música del país. Yo sueño con que se hagan más proyectos como estos porque el hecho que me guste a mí, no es el hecho que le guste a mi hijo y no podemos pretender forzar este tipo de cosas. La gente no puede querer lo que no conoce y una manera de empezar a querer las cosas es mostrarlas con cariño, sabes, sin cantaleta, sino con la belleza y la nobleza de la gente. Mira, a mí me pasó una cosa que cuando uno estaba en la casa mis papás escuchaban una música que a uno le parecía aburridísima; y yo decía: '¡Ay que pereza mi papá!'. Y ahora grande cuando la oigo me parece la cosa más divina, me conecta con mi casa, con los recuerdos. La música siempre conecta con esa memoria emocional, y eso que te parecía una jartera, hoy es una belleza.

¿Cómo cree usted que las nuevas generaciones pueden ser incentivadas a conocer lo nuestro?

Los padres debemos ser cuidadosos de lo que escuchan nuestros hijos, de qué le estamos dando a su información. Yo sé que estamos muy evolucionados y todo, pero hay padres que no les da la gana de cuidar lo que los menores escuchan y es válido, ya que cada quien es libre, pero yo quiero ser de las que le enseña a cuidar el oído, sabes, porque uno también es producto de lo que oye.

¿Cómo se sintió trabajando con sus hermanos en esta producción? Vimos la participación de Martina y de su padre, el señor Antonio López.

Yo soy una defensora de la familia y vivo enamorada de la mía porque siempre he trabajado con ellos y creo que eso hace parte de lo que soy. Dios nos bendijo a nosotros: a mi mamá, a mi papá aunque mi mamá no tiene ni idea de música y yo hoy en día estoy casada con un odontólogo. O sea a mi mamá yo le cuento que me nominaron a los Premios Grammy y ella me contesta que en El Carito no ha parado de llover, y está como en otro mundo, pero todos a la medida somos el equilibrio del otro, nos ayudamos.

¿Su pequeño Salomón también la acompaña a todas partes y se le ven grandes actitudes para la música por lo que vemos en las redes sociales?

Salomón está más loco que yo. Él solo se ha metido con la música porque yo sería incapaz de meterlo. Yo creo que lo que los hijos tienen que ser es felices, ni doctores, ni músicos, solo felices. Y lo que lo haga feliz, seguramente yo seré la patrocinadora oficial. No soy el tipo de músico que dice ‘¡ay no quiero que mi hijo se dedique a esto!’ porque yo estoy muy orgullosa de lo que he hecho y de lo que he vivido, porque me he ganado mi vida honestamente, y si a mi hijo algún día le gusta pues qué rico, y si no le gusta espero que no sea contador (risas).

¿Es posible que se le haya quedado algo por fuera en este documental, y haya pensado en hacer 'Porro hecho en Colombia II'?

¡Ay, Dios mío! Sería un gran reto y tendríamos que empezar a grabar desde ya (risas). Pero siento que cuando te pica este bichito no te puedes escapar fácilmente, pero ojalá se hicieran más trabajos como este, pero con música del Pacífico, del Amazonas, no sé, tenemos una riqueza sonora única con la que se pueden hacer muchas cosas.