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Sobre un estante de la sala del estudio de Javier Caraballo reposan pequeñas figuras de acción de personajes de series animadas como Dragon Ball y una hilera de carros de juguete, elementos que hablan de la afinidad que tiene este artista por la niñez y sus lenguajes.

Antes de crear El arte es cosa de niños, serie que combina la técnica realista con dibujos infantiles y con la que el artista barranquillero ha encontrado amplio reconocimiento, el pintor se expresaba a través de pinturas que hablaban del consumismo, el paso del tiempo, las transnacionales y la cotidianidad, obras más comprometidas con lo social y lo político.

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Javier posa con una de sus obras en su estudio, en el municipio de Soledad, Atlántico. Sus pinturas están en África y China

Su resolución artística

El arte infantil siempre fue un tema que le interesó. Cuenta Javier que en el último semestre de su carrera de Artes Plásticas asistió a un taller experimental en el que realizó una investigación-creación, donde se les plantea a los estudiantes combinar una técnica tradicional con una contemporánea.

'En eso, saqué del cuaderno de apuntes el tema de los niños, que siempre me había interesado. En medio de la investigación me llamó la atención una revista que en la mitad tenía una hoja en blanco, en la que solo se veía un teléfono cuyo cable hacía el dibujo de un niño. Me fui a mi casa e hice el dibujo de un niño pintando', explica Javier.

Así, llegó a la resolución artística de esta serie, en la que inicialmente, lo que hoy son dibujos de niños, antes solían ser alambres. Este trabajo, con el impulso de su directora de proyecto María Rodríguez, se convirtió en su tesis de grado-que fue la única laureada de ese año- y capturó la atención de un curador de arte barranquillero que lo presentó ante potenciales compradores. Hoy, sus cuadros se encuentran en las paredes de países como China y Uganda, y han sido solicitados por artistas de la talla de Shakira.

'Creo que la gente se conecta muy fácilmente con estas pinturas porque todas las personas pintaron en su niñez y cuando las ven se debaten emociones que tienen que ver con el tiempo, la infancia y los sentimientos', expresa Javier, con una sonrisa en el rostro que pocas veces lo abandona en el transcurso de esta entrevista.

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El arte y los niños

Javier combina en sus obras la técnica realista con los dibujos infantiles que juntos producen pinturas con significado surrealista. Sus obras se encuentran en Nueva York y en países como Brasil, Suecia y Uganda. 

Su modelo de la vida real

Hace tres años nació Isabella, hija de Javier con su esposa Diana Suárez. Si bien sus modelos son los niños de los clientes que requieren sus cautivadoras pinturas, es su hija la que le ha enseñado de cerca ese lenguaje que por años ha fascinado al pintor: el lenguaje de los niños. 'Verla ha sido tener de cerca la forma en como un niño empieza a comprender y asimilar el mundo. Es algo verdaderamente impresionante'.

Muy personal

Amo... a mi familia.

Odio... la pereza, cuando la siento, me irrito.

Música... el rock.

Una comida... arroz blanco, zaragozas y queso.

Quiero conocer a... Jeff Koons y Damien Hirst.

Un libro... Cien años de soledad.

Sobre su niñez...

'Cuando era niño me encantaba escribir historias e ilustrarlas con dibujos'.

Sobre su hija...

'Lo más impresionante de ser padre es ver cómo un ser humano empieza a asimilar el mundo'.

Currículum vítae

Fecha y lugar de nacimiento: 2 de octubre de 1985, Barranquilla.

Estado civil: Casado. Padre de Isabella.

Estudios realizados: estudió la primaria y el bachillerato en el colegio Carlos Meisel y Artes Plásticas en la facultad de Bellas Artes de la Universidad del Atlántico.

Trayectoria profesional: Javier se especializó en pintura durante su época de estudiante. Actualmente, es el autor de la serie ‘El arte es cosa de niños’, cuyos cuadros se venden nacional e internacionalmente.