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Manuel Teodoro Bermúdez no se considera amarillista. Por el contrario, siente que el trabajo que hace en Séptimo Día es de alguna manera un servicio a la comunidad. El periodismo de denuncia, ingrediente principal de su programa televisivo, es la forma que este autodenominado 'colombo-filipino nacido en Estados Unidos' encontró para ejercer el oficio que lo apasiona mientras le es útil a la sociedad.

Para él, que fue uno de los jurados del Premio Nacional de Periodismo ‘Mejor Crónica del Carnaval’ Ernesto McCausland Sojo, el encanto de este oficio radica en la posibilidad de contar historias, una emoción que conoció por vez primera a los 19 años y que hasta el día de hoy lo acompaña.

Eso, sumado a la posibilidad de ayudar a la gente que lo necesita, es lo que lo ha mantenido enamorado y comprometido con la profesión.

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'Cuando yo le digo a usted, a su mamá o a su abuelo: ‘mucho ojo con esa clínica de garaje, con ese individuo que dice ser sacerdote y no lo es, con ese político que tiene en el bolsillo la plata que sale de sus impuestos y lo más probable es que la vaya a robar...’, siento que de alguna forma estamos contribuyendo al balance de la justicia. Y si hay algo en este país que necesita mucho balance, es la justicia', sostiene, añadiendo que son víctimas de corrupción y atropellos quienes le escriben pidiendo que cuente sus historias, para prevenir que otras personas se vean afectadas.

'Cuando alguien me dice eso, me cuesta mucho quitármelo de la cabeza. Y cuando producimos la nota, la sacamos por televisión y la persona expresa gratitud, para mí eso vale más que todos los premios de periodismo juntos', admite Manuel Teodoro.

También acepta que esta profesión afronta retos nunca antes experimentados y que está en manos de cada periodista hacerle frente a lo que viene o quedarse en el pasado.

'El modelo de negocio del medio masivo de comunicación está cambiando de una forma radical y eso se debe a la forma como el mundo está consumiendo los medios, no solamente en cuanto a la forma del aparato que utiliza –menos papel, más apartados electrónicos– sino la forma como quiere su información', opina.

Eso, considera, obliga a los medios a contemplar sus opciones y movidas, porque ir en contra de la tendencia no es una opción. 'Tienes que asumirlo, o si no, quedarte en la prehistoria', sentencia Teodoro, que tiene fe en que los nuevos periodistas que tienen clara esa realidad, pueden sobrevivir.