En dos horas de caminata por el centro de Barranquilla, una joven grabada por EL HERALDO recibió más de 30 insinuaciones, entre miradas y comentarios. Frases como 'me voy contigo, te lavo, te plancho, y hasta me dejo pegar' o 'estás buena para la cama', quedaron registradas en el video realizado con una cámara oculta.
La joven participó voluntariamente en el ejercicio realizado por este diario, que evidencia que lo que viven las mujeres en las calles de la ciudad no es tan diferente de lo que presenta un video hecho en Nueva York, que se volvió viral en las redes sociales. Los dos minutos en YouTube de '10 hours walking in NYC as a woman' suman más de 7 millones de reproducciones, y muestran a una estadounidense asediada por más de 100 halagos mientras camina.
En el plano local, no hicieron falta 10 horas de grabación para obtener un resultado similar. Vestida con un atuendo casual (una blusa blanca sin mangas y sin escote, un jean y tacones), la joven barranquillera despertó una serie de frases -con distintos grados de atrevimiento- entre los hombres que pasaban a su lado.
Su recorrido inició en la esquina del edificio Fedecafé en la calle 34 entre carreras 45 y 46, y continuó por las concurridas calles del Paseo Bolívar. Mientras caminaba, le silbaron e hicieron comentarios referentes a sus atributos físicos. Frases que pretendían resaltar su belleza:'Uy, mamacita', 'adiós hermosa', '¿quién pidió pollo?' o 'qué bonita'. Incluso, fue blanco de insinuaciones sexuales, y un hombre simuló que sufría un paro cardiaco a su paso. Provinieron desde señores que podrían ser su padre o abuelo, hasta adolescentes menores que ella.
La joven reconoció que se sintió 'incomoda y observada'. Dijo que sin necesidad de que le hablaran ella podía saber quién la iba a 'morbosear' solo con la mirada que le dirigían. Algunos la recriminaban si sentían que ella no reconocía sus 'piropos'. 'Me decían ‘grosera’, ‘antipática’ o ‘estás aburrida’, si no les decía nada'.
'Ellas no están solas'
‘Diez horas caminando en las calles de Nueva York como mujer’, es el título en español del video viral que fue realizado por el director estadounidense Rob Bliss, en asocio con Hollaback!. La organización con sede en la gran manzana busca desde 2005 crear conciencia sobre el acoso callejero, y cómo este 'hace sentir inseguras a las mujeres mientras caminan por la calle', tal como explica Emily May, directora ejecutiva de la organización.
'Creo que este video le ha abierto los ojos a la gente', dice Emily, que considera que gracias a esta grabación las personas podrán empezar a 'ver y legitimar el acoso callejero como un problema social'. Ella también expone que mediante sus iniciativas, Hollaback! busca que aquellas que han sido acosadas en las calles 'sepan que hay una organización que las apoya y que puedan sentir que no están solas'.
Actualmente Hollaback! opera en 79 ciudades y 14 idiomas diferentes. Incluso hay una división en Colombia, la cual realiza sus actividades bajo el nombre de ¡Atrévete! En su página web bogota.ihollaback.org las mujeres pueden denunciar sus historias de acoso en las diferentes calles del país.
Violencia de género
Además de demostrar que esta situación resultaba incómoda para las mujeres protagonistas, estas dos piezas audiovisuales permiten que se abra el debate sobre si estas formas de aproximación a la mujer son halagos, o si en realidad son formas de violencia de género que, con el tiempo, se han ido naturalizando en la sociedad.
'Ese es el pan de cada día. Uno se baja del bus y lo miran. Nada más con la mirada, sin que te digan nada, te están acosando'. Así es como Giselle Villa, estudiante y periodista, resume la situación diaria que deben vivir las mujeres cuando transitan por las calles en Barranquilla. Señala que son blanco de miradas lascivas, silbidos y frases que pueden resultar desde incómodas hasta obscenas. Giselle asegura sentirse 'golpeada' cada vez que desconocidos la miran o buscan hablarle. Esto se debe a que para ella 'no son piropos, son faltas de respeto'.
La directora seccional de la Red de Mujeres Contra La Violencia, Emma López Rodríguez, considera este tipo de actos en la vía pública como acoso callejero, lo que a su vez es una forma de violencia de género. 'El acoso callejero es un tipo de violencia que no se está reconociendo en las mujeres como tal'. La abogada López agrega que el motivo por el que ocurre es que 'algunas creen que eso hace parte de su vida natural. Es importante visibilizar este acoso como violencia de género que afecta y maltrata permanentemente a las mujeres'.
Restricción a lo público. Risa Whitson, profesora de geografía social y estudios sobre la mujer de la Universidad de Ohio, Estados Unidos, explica que el acoso callejero 'es un ejemplo de cómo los espacios públicos, son percibidos como espacios masculinos'; en los que para entrar, las mujeres deben ir en la compañía de hombres para evitar ser perturbadas. 'Si la mujer está con un hombre no le dicen comentarios porque es el objeto de ese hombre y le pertenece. Si va sola, no le pertenece a nadie y es propiedad del público', cuestiona Whitson. Así mismo, considera que el acoso limita la movilidad del género femenino en el espacio público. 'Las mujeres deben ir por diferentes lugares y rutas, deben estar alertas todo el tiempo de cómo utilizan el espacio porque tienen miedo de esta forma de violencia', sentencia la geógrafa.
Las motivaciones de los hombres
El sociólogo Jair Vega opina que es el sexismo lo que hace creer a los hombres que tienen derechos sobre las mujeres para decirles desde halagos, hasta frases para calificar sus cuerpos. 'Son cosas que se consideran normales, que no aparecen como agresión, sino como un reconocimiento que el hombre le hace a la mujer, pero que en el fondo son muestra del sexismo de la sociedad centrada en el cuerpo'.
Ante la duda de si los hombres realizan más actos de acoso cuando están solos, o cuando están en la compañía de otros hombres, Vega sostiene que no cuenta con elementos para negarlo o afirmarlo, pero sí considera que cuando miembros del género masculino se reúnen tienden a acosar 'para demostrar quién es el más capaz y se genera una suerte de competencia'. Ante lo cual, advierte que 'la mujer no es un objeto que espera salir a la calle a ser halagado y conquistado; una mujer sale a la calle porque tiene que hacer cosas en ella'.
De igual forma, Helena Bustos, psicóloga clínica y miembro de la Red de Mujeres Contra la Violencia, considera que es el machismo social lo que valida a los hombres para que se manifiesten con frases ofensivas y miradas irrespetuosas ante las mujeres en las calles, como muestran los dos videos.
'Esto es muy difícil de romper porque el hombre sigue pensando que es una reacción normal. Que él, frente a un trasero o unos senos prominentes tiene que estirar la mano o tirar el piropo sucio, para hacerle ver a la mujer que tiene ganas de ella', dice Helena. Asegura que este tipo de acoso genera en la mujer estrés, ansiedad, depresión y angustia, ya que en lugar de sentirse halagada, 'se siente acosada insultada y reducida a la categoría sexual, donde se ignoran otros aspectos de ella como persona'.
La psicóloga considera que se deben desarrollar trabajos de sensibilización y lograr 'inculcar a los niños y adolescentes para que sepan que esto no es una forma de halago'. Tal vez con este tipo de estrategias, en un próximo video el número de insinuaciones sea menor.