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Por un misterioso azar estético o quizás un designio sobre los tiempos de los dioses africanos que algún día parieron en el exilio americano sus músicas, este año en el festival Barranquijazz la figura egregia del trompetista Miles Davis recorre en ronda por la programación del festival. Nada raro para quien es considerado por algunos la figura más relevante del jazz en toda su historia como creador de géneros e impulsor de corrientes, algo perfectamente conocido por él mismo cuando dijo –y fue duramente criticado por ello– 'Soy el músico más influyente del Siglo XX... mi presencia e importancia cruza todos los géneros de lo que pueda llamarse música'. (Lea también Chick Corea: el eterno retorno).

No dijo ninguna mentira. En alguna época de principios de los setenta se encerró en Marruecos para experimentar viajes transcendentales estudiando las escalas musicales arábigas. Allá alguna vez Keith Richards y Mick Jagger, los líderes de los Rolling Stone, le pidieron audiencia para hablar. Les dijo que lo sentía mucho pero estaba en esos momentos ocupado en sus meditaciones para ocuparse de ellos.

Ronda de Cobb

El gran homenajeado de este año dentro de Barranquijazz es el baterista Jimmy Cobb, participante legendario de la banda de Miles Davis, con quien realizó la grabación de del disco de jazz 'perfecto', el número uno en la historia de este género, el famoso Kind of blue. Cobb, además, toca en el festival con su grupo Leyendas del Jazz, y tiene montado dentro de su repertorio parte del arsenal sonoro que desplegó alguna vez con Davis.

El disco Kind of blue se grabó los días 2 de marzo y 22 de abril de 1959, en el estudio de sonido 30th Street de Columbia Records, en Nueva York. Participaron en la grabación el saxo John Trane Coltrane, el bajista Paul Chambers, en el saxo alto Julian Cannonball Adderley, Jimmy Cobb en la batería y Bill Evans al piano. Una especie de Dream Team, como se ve.

En general, el concepto del álbum fue el desarrollo compositivo de formas modales, algo así como los 'insistentes' tumbaos de piano y de guitarra que hacen en los montunos de la música antillana, según algunos críticos; las 'rutinas', según palabras de los acordeoneros del Caribe colombiano, pero que en las manos acuciosas de Davis fue una auténtica búsqueda cultural hasta el fondo de su misma raíz: la música flamenca y arábiga, hecho demostrado un año después en las diversas composiciones de otro célebre disco: Sketches of Spain.

En suma, Kind of blue se convirtió en un éxito comercial con ventas mayores a 4 millones de copias solamente en Estados Unidos, certificado como cuádruple disco de platino por la Recording Industry Association of America, convirtiéndose en el disco más vendido de la historia del jazz. En el año 2002 fue anexado en el Registro oficial de grabaciones de la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos debido a su significación cultural histórica, y al año siguiente la revista Rolling Stone lo colocó en el puesto 12 de los 500 álbumes mejores de todos los tiempos.

Ronda de ‘So What’

El tema obligatorio este año en el concurso de bandas locales y regionales en Barranquijazz es So What, de Miles Davis, ubicado en la primera pista del LP Kind of blue. Un tema difícil de afrontar por el uso de una estricta escala modal a las que les sube un tono para luego obligar al retorno jubiloso a la manera de un blues, estructura aparentemente escueta sobre la cual se deslizan, fluyen, todas las improvisaciones. El bagaje teórico lo había desarrollado en 1953 George Russel al publicar su libro Lydian Chromatic Concept of Tonal Organization (Concepto lidio cromático de organización tonal). En ese estudio ‘revolucionario’ proponía el abandono de las escalas clásicas de improvisación del jazz conocidas hasta ese momento, planteando una modificación sustancial de los tiempos y tonos bajos sobre los cuales se desarrolla la música instrumental conocida hasta ese momento en Occidente; esto es, en escalas mayores y menores. Para Russel, había que innovar en la profusión de tonos y escalas que él llamó ‘modos’, dando paso a las ‘escalas modales’ que fueron acogidas por músicos como Miles Davis, John Coltrane y Charlie Parker, entre otros.

Los conceptos introductorios de piano y bajo para So What fue labor de Gil Evans, quien, tras elucubrarla, las pasa al pianista Bill Evans y al bajista Paul Chambers para su desarrollo. El pianista Evans es el creador, según el teórico Mark Levine –que estuvo con su cuarteto en Barranquijazz 2010– de un nuevo concepto denominado el 'acorde So What'. Pero Bill Evans no era el pianista ‘soñado’ por Miles Davis. No. Alguna vez un familiar del trompetista lo llamó con carácter urgente. Le dijo que viniera rápido, lo más que pudiera, a un club nocturno para que viera a un jovencito que tocaba el piano tal y como él lo pensaba. Así Miles fue a ver a Ahmad Jamal –participante con su quinteto en Barranquijazz 2009–, convenciéndose de la gran y absoluta verdad que le había expresado su pariente: Jamal estaba diseñado para ser el pianista absoluto de su música.

Por cierto, el tema Pavanne, de Jamal, fue decisiva influencia en la concepción de So What, de Davis, por el uso minimalista de los acordes, sus atmósferas expectantes y en el manejo cromático de los silencios. Miles Davis resume la historia con esta lapidaria frase: 'La gente dice que Ahmad Jamal me influenció. Tienen toda la razón'.

Ronda flamenca

Si existe el concepto de jazz flamenco se debe en gran parte a los hallazgos de Miles Davis. Chano Domínguez, pianista español invitado este año a Barranquijazz, lo sabe perfectamente. Recuerda que 'un día me invitaron a Nueva York con el guitarrista Niño Josele a un homenaje a Miles Davis'. Niño Josele, por su parte, dice que 'Improvisamos un tema y me quedé pensando lo bonito que había tocado, contándoselo al director de cine y productor Fernando Trueba, que decidió hacer un disco con esta experiencia'.

Ya habían estado antes en otro proyecto discográfico dedicado a Miles Davis y la música española, en donde Niño Josele soltó con su guitarra todo lo que llevaba por dentro como homenaje a su ídolo musical, el pianista Bill Evans, el mismo de la mítica agrupación de Miles Davis. Un perfecto círculo de encuentros de músicas, lo del flamenco y el jazz, tal como lo sentencia Chano Domínguez: 'Ambas músicas nacen de la libertad y siempre la buscan. Cada una adopta una forma específica, unos matices muy concretos que dan como resultado estilos muy particulares. Pero como digo, la manera de conjugar esos dos territorios viene dada por la experiencia: cuando el músico tiene un bagaje sólido y controla ambos estilos'.

Ronda final a lo Corea

Los antecedentes familiares del pianista Chick Corea, invitado a la noche inaugural de Barranquijazz, son españoles. Entre los años 68 a 70 estuvo con la banda de Miles Davis en varios trabajos, entre ellos Bitches Brew, y en el concierto grabado Miles Davis at the Fillmore. Corea sostiene que la persona que lo impulsó a tocar el piano eléctrico Fender Rhodes fue Davis, el cual rápidamente fue asimilado por otros tecladistas alrededor de todo el mundo. En esa época el estilo de Corea en el piano eléctrico se convirtió en referente obligado del sonido jazzístico contemporáneo.

Corea acompañó a la banda de Miles Davis en las experiencias de fusiones entre el jazz y el rock al lado de otro pianista: Herbie Hancock. Con ese colectivo estuvieron en el festival de rock de Isla de Wight en agosto de 1970. Pero la influencia de Miles no para allí: Corea compondría Spain, su estándar de jazz, inspirado en la obra de Davis Escenas de España (Sketches of Spain).

Miles, como puede verse, sigue tremendamente vivo y vigente. Sus rondas continúan.