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El pereirano que tiene bajo su mando la alta dirección del Instituto para la exportación y la moda, Inexmoda, desde hace seis años, no nació en la Medellín donde florece cada año la feria de moda de mayor renombre del país, pero entiende que viviendo en la ciudad más innovadora del mundo debe reinventar cada año el multitudinario evento que en 2014 llega a su vigésima quinta edición.

Carlos Eduardo Botero, administrador de negocios de Eafit con un máster en gerencia internacional de Oxford Brookes University, ya conocía de la industria de la moda por su trabajo durante varios años como director ejecutivo de la cámara sectorial de algodones, fibras, textiles y confecciones de la ANDI.

Él se vuelve omnipresente a lo largo y ancho de Plaza Mayor, durante los tres días de Colombiamoda, para atender al mandatario de los colombianos, instalar oficialmente muestras y escenarios, dar saludos, bienvenidas y entrevistas. Hizo una pausa para hablar con este medio sobre Colombiamoda, la feria que cierra hoy con la pasarela de Johanna Ortiz.

¿Cómo va marchando, hasta ahora esta versión de la feria?

Hoy miércoles (ayer) es un día de mucho tráfico. El clima (cálido) ha ayudado muchísimo. La visita del señor presidente Santos el martes fue muy significativa, con su esposa y su familia, porque es la primera aparición pública del señor presidente después de que fue reelegido por los colombianos. Hay buen ambiente de feria y yo creo que eso es muy valioso cuando hablamos de una feria, hay energía, hay buena actitud de la gente y todo eso con seguridad se refleja en negocios.

¿Qué es lo que, después de 25 años, sigue manteniendo vivo a Colombiamoda?

Yo creo que es esa capacidad de convocatoria que hemos renovado. Las marcas comerciales están nuevamente participando en la feria. La capacidad, el talento de nuestro país que estamos promoviendo, precisamente en esta versión de Colombiamoda, dando esa primera oportunidad que nos han dado a todos cuando iniciamos nuestras carreras profesionales. Estamos muy contentos de haber estructurado el proyecto de NonStop donde 12 diseñadores han tenido la oportunidad de presentar sus trabajos, sus sueños, lo que han realizado para esta versión de la moda.

Sin embargo en el pasado con iniciativas como El Cubo, por ejemplo, demostraron interés en los nuevos talentos ¿cómo en esta ocasión fue diferente?

Teníamos una estructura de un concurso que se llama Latinoamérica habla, a través de las facultades de diseño de moda de América Latina, con estudiantes, donde participaban a través de su trabajo y a través de un jurado independiente se escogía lo que se muestra acá. Lo segundo es El Cubo, que es un espacio de pasarelas más informales también de personas que están muy en los inicios de sus carreras. Y nos faltaba algo entre El Cubo y la pasarela individual, por eso tomamos la decisión de trabajar el proyecto NonStop y de esa manera darle más oportunidades a los diseñadores del país. Es un tema que empieza, evoluciona y mejora.

¿Qué tan determinante ha sido el apoyo del estado y de la Alcaldía de Medellín para Colombiamoda a lo largo de estos años?

Son dos aliados fundamentales en este sentido. Yo creo que es uno de los mejores ejemplos de alianzas público – privadas que existen en el país. Con Proexport, todo ese ejercicio de traer los compradores internacionales a través de esa red de oficinas que ellos tienen a nivel nacional. Esperamos que nos visiten más de 1.800 compradores de 35 países, de los cuales más o menos la mitad vienen a través del trabajo de Proexport.

Y lo segundo, la Alcaldía de Medellín, un compromiso total de poner todo el sistema de la ciudad para que funcione porque no solamente es lo que pasa en negocios en el recinto ferial, sino en restaurantes, en bares, en ocupación hotelera y los cálculos que ha hecho el Medellín Convention Bureau es que más o menos un millón de dólares pueden dejar los gastos de los visitantes a la feria.

¿Cuál es hoy la identidad de Colombiamoda?

Yo creo que es la posibilidad y el punto de encuentro para que todos los actores de ese gran sistema moda puedan estar tres días en un mismo lugar y en una ciudad maravillosa como Medellín.

De lejos Colombiamoda es el ejemplo para otra ciudades en el país donde hacen este tipo de eventos, ¿qué le hace falta a las demás ferias?

Yo haría dos sugerencias. Lo primero es que no intenten parecerse a Colombiamoda. Yo creo que cada una de las ferias que se hacen en el país tienen que identificar sus propios ADN, identificar cuál es el valor que le generan a esa región donde se hace su feria, cómo representan lo que se trabaja en cada una de esas regiones, cómo apoyan el talento regional y yo creo que es un tema muy valioso. Además nos complementa muy bien Colombiamoda, porque en esas regiones empieza a surgir un talento que esas ferias deberían resaltar e ir escalando para que lleguen aquí a presentar, a un evento más internacional, todo ese talento que tienen.

Espacios como el Pabellón del Conocimiento evidencian que la moda no es para nada trivial ni superficial, pero ¿cómo convencer a quienes aún no valoran lo que significa la industria de la moda?

Ustedes los medios de comunicación nos ayudan mucho en ese proceso, viniendo, sintiendo lo que pasa aquí. Esta es una industria que genera empleos importantes, es el 15% del empleo industrial del país y el 7.5% del PIB industrial. Detrás de cada diseñador, de cada montaje de estos hay una generación de empleo muy importante y gente muy seria y profesional.

¿Cómo es su relación con la moda, cada mañana frente al espejo?

He ido aprendiendo. Obviamente con tener el laboratorio de moda a dos pasos de mi oficina pues no puedo perder la oportunidad de entender mejor este mundo. Trato de vestirme cómodo y sobre todo para la feria, por el calor y porque me tengo que mover muchísimo. Pero soy tranquilo, trato de vez en cuando de experimentar otras cosas pero por lo general soy más bien clásico, de mente abierta y me dejo asesorar (risas).