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El Jumbo del Country Club se llenó de moda gracias a la pasarela de Expobelleza, que desde el viernes en la noche mostró las propuestas de varios diseñadores y marcas colombianas para el deleite del público asistente.

La apertura estuvo a cargo de Judy Hazbún y su ‘Colección H’, que buscó imprimir en cada prenda la herencia dejada por su madre, la Aguja de Oro de Colombia, Amalín de Hazbún, quien recibió un homenaje esa misma noche por su larga trayectoria dejando en alto con sus diseños el nombre de Barranquilla en Colombia y el mundo. (Ver galería del desfile)

Enmarcada dentro del concepto de la trascendencia, ‘Colección H’ se valió de colores fríos como azules, morados y blancos en sedas, brocados, tules, lentejuelas y encajes con mucho movimiento y fluidez para transmitir, en palabras de la diseñadora, 'un sentimiento de admiración hacia mi madre que ha sido para mí, maestra, artista y amiga'.

La colección contó la historia de una mujer que pasa por las décadas del 60, 70, 80 y 90 manteniendo siempre la elegancia y sofisticación con siluetas que resultan atemporales.

'Es una mujer cosmopolita que puede estar bailando salsa en Nueva York o tomando un café en París, pero siempre se destaca porque está especialmente vestida', señaló Judy Hazbún.

La colorida alegría de Be_ttina Spitz. En el cierre del segundo día de Expobelleza, el público fue testigo de una explosión floral de la mano de Bettina Spitz y su colección ‘Alegría’.

Fue la primera vez que la diseñadora bogotana presentó sus piezas en Barranquilla, y lo hizo pisando fuerte desde el primer look, llevado por la modelo Julieta Piñeres.

Una mujer ultrafemenina, con un aire fresco, veraniego y divertido caminó con prendas para toda ocasión: vestidos largos y cortos con faldas voluminosas, enterizos, shorts, blusas, suéteres y pantalones de diferentes cortes.

Los coloridos estampados florales fueron protagonistas, al igual que los apliques en las prendas superiores, bolsos y zapatos, hechos de flores y hojas en alto relieve, perlas, piedras, botones y diminutos cristales.

Hubo presencia de telas ligeras y fluidas, al igual que otras con transparencias, texturas, detalles metálicos, lentejuelas y encajes, aportando variedad a la propuesta de Spitz.

La espalda fue destacada en muchos de los looks, al igual que los cuellos trabajados con apliques o collares, logrando mujeres muy adornadas y con mucho brillo, sin rayar en lo exagerado.

Cierre. Ayer fue el último día de la feria de moda, belleza y bienestar, y la pasarela final estuvo a cargo de la diseñadora Claudia Sabogal.