Con tambora, garabato y el recuerdo del pueblo barranquillero fue develado ayer el monumento que honra su memoria en la ciudad.
La escultura de dos metros de altura elaborada en bronce con miles de llaves recaudadas por la ciudadanía descansa en el parque que fue bautizado con su nombre en la calle 17. 'Ver la escultura fue impactante. Es muy emocionante recibir todas las muestras de cariño, porque este monumento es el resultado del aporte de los estudiantes de colegio, de la gente en la calle, de todas esas personas que pusieron llaves en las urnas con cariño y amor', expresa Ana Milena Londoño, viuda del cronista.
En el evento participó la danza del garabato del grupo Semillas del Caribe de la casa de Cultura del barrio El Campito y el grupo folclórico del barrio La Chinita.
La obra estuvo a cargo del escultor bogotano Alejandro Hernández, cuyo abuelo fue el también escultor Luis Pinto Maldonado.
El escultor Alejandro Hernández.
Hernández hereda de su abuelo su talento artístico, que lo llevó a fundir las figuras de Jaime Garzón y Heriberto de la Calle en Bogotá. 'La escultura como tal representa a Ernesto escribiendo y emerge de un bloque de libros, pensando en que la literatura era su cotidianidad y la base representa los fotogramas donde se muestra que McCausland fue una persona que hizo un aporte importante al cine nacional', describe Hernández.
A través de imágenes y videos el artista fue dando forma a su obra que contó con la ayuda de la familia de Ernesto. 'Nosotros estuvimos en Bogotá revisando el parecido y al escultor le dimos fotos y videos. Alejandro se tomó tan en serio su papel que en estos momentos piensa que conoce más a Ernesto que su mamá' declara Ana Milena, entre risas.
Por su parte, la madre del periodista, Nancy Sojo Zambrano también participó del proyecto. 'En el viaje que hicimos a Bogotá para ver la escultura todos aportamos al trabajo final. Incluso hasta participé delineando junto al escultor las orejas de Ernesto. Creo que quedó igualito a mi hijo', finaliza.
