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Las 86 bellezas de los cinco continentes que aspiran a convertirse en la nueva Miss Universo alistan los últimos detalles en Moscú antes de competir por la corona en la gran gala de hoy.

Rodeadas de lujo y en el centro de atención de medios de todo el mundo, las chicas viven desde hace dos semanas una experiencia que no olvidarán nunca, aunque sólo una de ellas se ceñirá la corona de Miss Universo en la gala final, que se celebrará a partir de la 1 p.m. (hora colombiana) en la sala de conciertos Crocus City Hall de la capital rusa.

'Pido a Dios para dar lo mejor de mí y poder mostrarme. Mientras tanto, quiero disfrutar y aprovechar este momento, porque solo gana una chica', dijo la candidata argentina, Brenda González, de 20 años.

La joven de Rosario atendió a la prensa que se peleaba por enfocar y hablar con las concursantes del certamen.

Por su parte, la venezolana Gabriela Isler sostuvo que no olvidará nunca su viaje a Rusia, donde dijo haber sentido 'el cariño de la gente'.

González, Isler y otras 15 latinoamericanas competirán contra la colombiana Lucía Aldana por el título de la mujer más bella del mundo.

'Trato de encarar las situaciones con una actitud positiva, segura de mí misma y consciente de que tengo cosas por mejorar, pero ante todo siempre dispuesta a hacer mi mejor esfuerzo para seguir adelante', dijo Lucía el año pasado, justo luego de ser nombrada como la mujer más bella de Colombia.

De no obtener la corona en Moscú, Lucía viajará inmediatamente a Cartagena para asistir a la gala de elección y coronación de su sucesora, este lunes 11 de noviembre.

Ante todas las aspirantes a Miss Universo se puede abrir un atractivo porvenir si saben aprovechar la oportunidad, aseguró la candidata de Venezuela, que cree que tanto su futuro como el de 'cualquier chica que está aquí está prácticamente garantizado'.

La afortunada que gane el concurso, cuya 'grandeza', según Donald Trump, padrino del certamen, 'eclipsará todas las ediciones anteriores', recibirá una corona valorada en 120.000 dólares, viajará durante un año por todo el mundo para participar en diversos actos benéficos y residirá durante ese tiempo en Nueva York.

La final del evento no está exenta de polémica, al menos en Rusia, toda vez que la cadena de televisión estadounidense NBC, que patrocina el certamen, eligió a su presentador Thomas Roberts, homosexual declarado y casado, para presentar la gala de hoy.

'En los últimos meses, el presidente ruso, Vladímir Putin, ha aprobado nuevas leyes homófobas en su país', recuerda Roberts en un artículo publicado en la web del canal de televisión por cable MCNBC en el que trabaja, especializado en contenidos informativos.

En su opinión, la gala será una oportunidad de 'hacer visible' al colectivo LGBT.