El cantante canadiense Justin Bieber y un grupo de amigos descendieron de un auto la noche del miércoles para pintar un grafiti de 40 metros en el túnel de la calle 26 de Bogotá. Lo que parecía un simple acto de una estrella con habilidades artísticas contó con el consentimiento de la Policía y terminó generando un revuelo nacional que ya es noticia mundial.
Porque el tema no se quedó en las paredes sino que saltó a la opinión pública cuando se cuestionó el papel de la Policía frente al trabajo de otros grafiteros y la defensa del arte callejero. La pelea pasó a las pocas horas a darse entre grafiteros que decidieron borrar el dibujo del artista canadiense y sus fanáticas que lo defendían desesperadas.
Vestido con unos pantalones blancos y cubierto con su habitual gorra y capucha, la estrella aprovechó su estancia en la capital tras el concierto del martes para dejar su firma, algunos muñecos y mensajes vitalistas y sobre cómo 'superar las expectativas' en la vida, tal y como lo compartió en su cuenta de Instagram.
Bieber y sus amigos ocuparon el túnel de la calle 26 en las inmediaciones del Concejo de Bogotá, ante la mirada curiosa de un grupo de seguidores y de las cámaras de televisión, que grabaron pese a las protestas del cantante y sus escoltas.
La Policía les recordó a los canadienses que en Colombia hay libertad de prensa y no se puede frenar el derecho de los medios a informar.
Al parecer, el cantante pudo obtener un permiso para hacer grafitis en Bogotá, pues esta actividad es objeto de amonestación en el país e incluso recuerda el polémico caso en los tribunales de Diego Felipe Becerra, el joven grafitero que supuestamente murió a manos de policías.
El director de la Policía colombiana, general Rodolfo Palomino, previno la polémica por el trato diferente que recibieron los dos jóvenes y afirmó en declaraciones a la emisora La Fm que hay que 'evolucionar' porque 'el grafiti es la expresión de un sentimiento, de una motivación'.
Pero el secretario de Gobierno de Bogotá, Guillermo Alonso Jaramillo, rechazó que la Policía le acompañara y pidió que hiciera servicio social o diera un concierto gratis si volvía a Bogotá. Gustavo Trejos, padre de Diego Felipe, en diálogo con Caracol Radio, criticó las declaraciones de Palomino y dijo no estar de acuerdo con la 'parcialidad de la Policía'.
'Mientras que a los grafiteros en Colombia se les lleva a los calabozos a lavar baños, a un artista se le escolta para que pueda realizar su arte', indicó.
Así se veía el grafiti la tarde de ayer, luego de que fuera intervenido por grafiteros bogotanos.
Fans, desesperadas. Un grupo de enardecidas seguidoras del cantante trató de impedir con desesperación que una decena de grafiteros cubriera con otras pintadas las creaciones que la estrella dejó en el túnel.
'Estoy enojada porque estos tipos vienen acá y acaban con los grafitis de Justin. Justin Bieber tiene derecho a hacer su arte', dijo a Efe una fanática que se identificó como Laura.
Según la joven, un grupo de grafiteros 'cada vez más grande' llegó hoy al túnel de la Calle 26 y comenzó a dibujar con aerosoles y pintura sobre las frases y muñecos que Bieber y sus amigos dejaron allí. 'Lo peor es que quieren borrar la firma de Justin', agregó.
Otra seguidora, María José, denunció que además 'le insultan y dicen que es gay, pero solo porque tienen celos de él'.
Por su parte, los grafiteros expresaron su indignación porque la patrulla de Policía escoltó a Bieber mientras que a ellos les persiguen por hacer la misma actividad.