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China cerró o revocó las licencias de 13.000 páginas web desde 2015 por infringir las drásticas normas que enmarcan el uso de internet en este país, anunció la agencia oficial Xinhua.

Además, cerca de 10 millones de cuentas internet fueron cerradas por 'violación de los protocolos de servicio', prosigue la agencia, en alusión al parecer a cuentas en redes sociales.

'Estas acciones tienen un fuerte efecto disuasivo', declaró Wang Shengjun, vicepresidente del comité permanente de la Asamblea Nacional Popular, según la agencia.

Aunque China tiene la mayor población de internautas del mundo, un informe publicado en octubre de 2015 por la oenegé Freedom House señalaba que de los 65 países analizados, el gigante asiático tenía una de las políticas más restrictivas en torno a internet, por delante de Irán y Siria.

El sistema de internet local está controlado de forma drástica por un dispositivo ('la gran muralla electrónica') que bloquea las redes sociales Facebook y Twitter, YouTube y Google, así como numerosos medios occidentales.

Las plataformas chinas, como el sitio de microblogs Weibo o el mensajería WeChat, también son blanco de una fuerte censura. Los contenidos considerados 'sensibles' son rápidamente suprimidos y algunas búsquedas no se pueden realizar.

Pekín defiende de forma categórica su 'cibersoberanía' y justifica los diferentes tipos de censura por imperativos de seguridad nacional.

Para esquivar este bloqueo, los particulares puede usar 'redes privadas virtuales', a menudo conocidas por sus siglas en inglés VPN ('virtual private network'). Estos programas se encuentran en internet o en los sistemas de aplicaciones para smartphones.