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Dos buques, un helicóptero naval, dos lanchas, un zodiac, 51 investigadores científicos pertenecientes a 30 instituciones, 11 personas de apoyo logístico y 12 habitantes de la Isla Cayo Serranilla van en busca de nuevas especies para la ciencia en territorio colombiano.

Como esta se han realizado diez expediciones más en el marco del programa Colombia Bio, de Colciencias, cuyo objetivo es conocer, valorar, proteger y promover el aprovechamiento sostenible de la biodiversidad del país.

'Esta se complementa con una expedición que hicimos el año pasado en Cayo Serrana, que es en los límites de Colombia. Para llegar a Cayo Serranilla un buque oceanográfico de la Armada toma dos días en llegar', asegura Felipe García, gerente de Colombia Bio, de Colciencias.

La Isla Cayo Serranilla se localiza aproximadamente a 325 km al noreste de Providencia y a 422 km de San Andrés.

La expedición, además de generar investigación en torno a la biodiversidad, forma parte de la estrategia integral para el ejercicio de soberanía en el Archipiélago, trazada desde la Presidencia de la República para fortalecer el manejo y la conservación de la Reserva de Biósfera Seaflower.

'En Colombia Bio nos pusimos la meta de hacer dos expediciones marinas, dos se hicieron en el Mar Pacífico en Malpelo y dos en el Mar Caribe. Complementa mucho el trabajo de exploración de biodiversidad', señala.

Esta en específico cuenta con el apoyo de la Armada Nacional de Colombia, la Dirección General Marítima, la Comisión Colombiana del Océano, el programa Colombia Bio de Colciencias, la Gobernación de San Andrés y Providencia, Coralina y 24 instituciones más.

A través de ella se abre la posibilidad de buscar elementos a 3.000 metros de profundidad en todos los valles, cordilleras, espolones, islas cayo, mesetas y montes marinos en un lugar donde antes ha llegado la Armada para hacer exploraciones oceanográficas, pero en términos de investigadores es la primera vez en la historia que sucede.

De una expedición, explica García, pueden salir tres mil registros de especies. 'Ellos hacen una investigación muy profunda de todo'.

El director indica que el país 'realmente estuvo cerrado por décadas para la investigación científica por el conflicto armado'. Un conflicto que afectó mucho la posibilidad de la investigación para llegar a lugares extremos del país que contienen la biodiversidad y que no se podían visitar por ser territorio de grupos al margen de la ley.

'Es el segundo país más biodiverso del mundo y no lo conocemos', enfatiza García.

Él opina que en el posconflicto se da la oportunidad 'de entrar a lugares que estaban cerrados para la Ciencia y que Colombia puede mostrarle al mundo'.

Uno de esos lugares que nunca se habían muestreado y que se desconocía fue el Caquetá, zona en la que se realizó una expedición recientemente.

'Fe absolutamente increíble porque era un lugar que prácticamente era un santuario de las Farc por décadas. Todo lo que se encontraba, para la región era nuevo', señala.

En la Sierra de Chibiriquete, donde se realizó esa exploración, los investigadores encontraron 19 nuevos registros de especies y la misma cifra de especies endémicas.