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Un grupo de expertos de la Universidad de Lausana (Suiza) ha descubierto que el sueño de humanos y roedores oscila cada 25 segundos entre un estado de alerta y un descanso reparador, informó ayer la institución suiza.

El estudio, publicado en la revista estadounidense Science Advances revela que cada 25 segundos el cerebro y el corazón se preparan para un posible despertar mientras que, en los 25 segundos siguientes, el cuerpo se adentra en un sueño esencial para la recuperación y la consolidación de la memoria.

Con el descubrimiento de este ciclo de 50 segundos repartidos entre recuperación y vigilancia, el equipo dirigido por la experta en neurociencia Anita Lüthi, de la institución helvética, ha arrojado más luz sobre los mecanismos complejos del sueño.

Para que el sueño sea beneficioso, este debe ser 'lo suficientemente largo y tener continuidad fisiológica', pero a la vez, también debe poseer un 'cierto grado de fragilidad' para que el individuo dormido pueda 'reaccionar ante impulsos externos y amenazas potenciales', explicó la Universidad de Lausana (UNIL).

A la vez que el equipo del Departamento de Neurociencias fundamentales de la universidad helvética medía las actividades neuronales y cardíacas de los ratones dormidos, un grupo de expertos de la Universidad alemana de Tübingen realizó la misma investigación con seres humanos.

Como resultado, los neurocientíficos han hallado este mecanismo de control del sueño hasta la fecha desconocido, que equilibra las necesidades opuestas de reparación y vigilancia y que funciona tanto para roedores como para humanos.