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Las computadoras nos ayudan a decidir qué ruta tomar a la tienda y qué música escuchar. ¿Por qué no deberían decidir cómo invertimos?

Los jóvenes inversionistas, principalmente aquellos nacidos entre principios de los 1980 y finales de los 1990 conocidos como 'millennials', adoptan cada vez más aplicaciones y lo que se conoce como robots asesores para que decidan por ellos cómo invertir. El año pasado, Betterment, Wealthfront, Acorns y otros atrajeron varios miles de millones en acciones que antes eran gestionados por corredores tradicionales o consejeros financieros.

En el caso de Betterment, el mayor de los robots asesores, la compañía pasó de 1.100 millones de dólares en acciones bajo su gestión al principio del año pasado, a 3.500 millones de dólares este año.

'En cuanto a la gestión de acciones en general, los robots asesores son pequeños, una nimiedad. Pero su potencial para alterar la consultoría financiera tradicional es enorme', dijo Alois Pirker, director de investigación en Aite Group, que estudia tendencias de gestión de bienes.

Los robots asesores son corredores de inversiones que utilizan computadoras en lugar de un consultor financiero tradicional para repartir los fondos del cliente en varios tipos de inversiones, de forma similar a cómo los fondos populares con fecha de retiro específica distribuyen las inversiones. El dinero se va a fondos cotizados en bolsa de bajo costo que poseen acciones o bonos. El sistema actualiza automáticamente la mezcla al envejecer la persona o si sus metas cambian.

'La cuestión no es que los millennials no tengan interés en invertir, es la idea de que la inversión es inaccesible', dijo Jeff Cruttenden, fundador de Acorns.

Además, las computadoras suelen ser más baratas que las personas, así que los robots asesores han podido atraer a clientes tanto por sus interfaces sencillas como tarifas relativamente bajas, dijo Pirker.

La mayoría de los clientes de Betterment son de la generación del milenio, dijo el vocero de la compañía Joe Ziemer, sin embargo un 30% de los clientes de la empresa tienen más de 50 años.

Acorn tiene un perfil demográfico similar. Tres cuartas partes de sus clientes tienen menos de 34 años. Cruttenden dice que la compañía se publicita mucho en Facebook. 'Nos sentimos muy orgullosos si alguien se despierta en la mañana y decide abrir una cuenta cuando no tenía planes de invertir', dijo.