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Las pymes son las empresas más expuestas a los ataques cibernéticos por la falta de las estructuras de seguridad necesarias, problema que se agudiza en Europa por la falta de personal especializado cualificado.

Esta es una de las advertencias que lanzó hoy el presidente de la asociación alemana del sector VDI, Udo Ungeheuer, en la feria informática CeBIT, que cuenta este año con China como país invitado.

El vicecanciller alemán y ministro de Economía, Sigmar Gabriel, abrió hoy al público especializado la feria y dijo que las consideraciones sobre la seguridad de datos frenan la digitalización que necesitan las empresas pequeñas y medianas.

Las empresas medianas alemanas todavía evitan vincular más la producción y los servicios porque ello obligaría, en algunos casos, a facilitar grandes cantidades de datos a desconocidos, según Gabriel.

Añadió que los titubeos en la revolución digital tendrían consecuencias fatales para las empresas y para el desarrollo económico los próximos años.

El comisario europeo para la Economía Digital, el alemán Günther Oettinger, apeló en la feria a la creación de un mercado digital común en Europa y dijo que en Bruselas ya se trabaja en la creación de una unión digital europea.

Oettinger también destacó la falta de personal especializado en Europa, que se traduce en la búsqueda de 150.000 nuevos expertos en tecnología de la información al año en Europa.

Mientras que el viceprimer ministro chino, Ma Kai, pidió un marco legal internacional para la seguridad de las tecnología de la información.

Al respecto, Ungeheuer aseguró que 'las empresas alemanas están cada vez más sensibilizadas con el asunto de la seguridad en la tecnología de la información, pero a las pequeñas y mediadas empresas les faltan las estructuras de seguridad necesarias'.

Una tercera parte de los ataques cibernéticos está dirigido a empresas con hasta 250 empleados, según cifras de la empresa de seguridad de tecnología de la información Symantec.

Un asunto, el de la seguridad en las telecomunicaciones y en internet que centra de nuevo esta edición de la CeBIT, que finaliza el 20 de marzo, como ya lo hizo en 2014.

Y en ese contexto, Secusmart, gestor del nuevo móvil de la canciller alemana, Angela Merkel, -razón por la que se le conoce popularmente como 'Merkelphone'-, presentó una ampliación de hardware para teléfonos inteligentes de Blackberry, que los hace más seguros y aptos para usar en ministerios.

Además, Secusmart - que ha sido adquirida por la canadiense Blackberry- lleva a la CeBIT una nueva tableta que ha creado junto con IBM y Samsung y que también cumple los estándares de seguridad exigidos por la Oficina Federal de Seguridad y cuesta 2.250 euros (2.380 dólares).

La SecuTablet se basa en la Samsung Tab S 10.5 con el sistema operativo Android. Y el software de IBM permite integrar con seguridad las aplicaciones disponibles en el mercado a la tableta.

Por su parte, la compañía de servicios para empresas T-Systems, filial de Deutsche Telekom, presentó en la feria un programa de colaboración el fabricante de software para empresas SAP, una plataformas de datos en internet para que las empresas puedan impulsar sus estrategias de digitalización, nuevos paquetes de acceso a internet para pymes y soluciones de seguridad gratuitas.

T-Systems entrará mediante su nueva filial, llamada Motionlogic, en el mundo del análisis de grandes cantidades de datos anónimos, según el diario económico alemán 'Handelsblatt'.

Motionlogic analizará los datos de las redes de telefonía móvil de Telekom para clientes, como por ejemplo empresas de transporte que quieren ver a tiempo real el número de llamadas telefónicas o mensajes cortos de texto para calcular el número de personas en una región determinada, su edad o dónde viven con el fin de poder ver qué medios de transporte se utilizan y cuáles son las necesidades reales en un área.

Avances en materia de seguridad, uno de los principales problemas del desarrollo de las telecomunicaciones e internet ya que los daños por ataques cibernéticos ascienden, solo en el caso de la economía de Alemania, a 50.000 millones de euros (52.900 millones de dólares) anuales.

El espionaje cibernético se dirige en Alemania especialmente a empresas del sector automovilístico, de armamento y a centros de investigación.