Así lo manifestó el canciller Luis Gilberto Murillo ante la OEA al pedir también que se levanten las medidas que tienen que ver con sanciones.
Lo peor que nos podría suceder ahora es que quienes deben cerrar filas contra el terrorismo permanezcan de brazos cruzados, bien sea por decisión propia o por cumplir órdenes de un nivel superior, mientras semejante monstruo de mil cabezas, solapado en la penumbra, se fortalece, busca aliados, se sitúa en una posición estratégica a la espera de desestabilizar, golpear o matar, en un tiempo, modo o lugar que sólo él definirá. ¿O es que debemos resignarnos a que el zarpazo de la bestia nos arrastre al horror y, de paso, a la impunidad, como pasó tras el atentado del Eln contra la estación San José en 2018? Cuidado, la historia demuestra que la inacción se paga caro.
El mandatario aseguró que el Estado Mayor Central “es una fuerza hostil al pueblo”.
Un adulto mayor, que era vigilante informal de la zona, se encuentra en estado grave.
El rifirrafe entre ambos inició luego de que el actual jefe de Estado emitiera varias declaraciones aplaudiendo la decisión del presidente Joe Biden de retirar a Cuba de la lista de países que apoyan el terrorismo.