Las lluvias y vientos se convierten por estos días en el principal enemigo de aquellos que aún viven a la intemperie.
Los fondos recogidos irán destinados a la reparación de los estragos que dejó el huracán Iota.
El país representa la tercera mayor reserva coralina del planeta y el archipiélago de San Andrés cuenta con el 77% de esa riqueza natural.
El proceso masivo de la aplicación de las dosis se inició el pasado fin de semana.
Los hogares damnificados podrán escoger la tipología que más se adecúe a sus necesidades.