Robert Francis Prevost fue elegido el pasado jueves por 133 cardenales como el papa número 267 para dirigir a los 1400 millones de católicos del mundo.
El cardenal Gérald Lacroix, arzobispo de Quebec, declaró durante la rueda de prensa que los electores canadienses celebraron este viernes en Roma que Prevost “es un papa católico, no un papa estadounidense”.
Robert Francis Prevost es seguidor confeso del deporte de las raquetas. “Me considero un tenista aficionado”, dijo.
Cayó ante la rusa Mirra Andreeva por 6-2 y 6-4.
La gente espera sobre todo una eventual fumata blanca que anuncie a un nuevo pontífice para asistir a su presentación oficial al mundo desde el balcón de la basílica vaticana.