La detención se logró cuando huían con los objetos de valor sustraídos de una lujosa vivienda en el exclusivo barrio La Castellana.
El indiciado tenía una libreta en la que anotaba información sobre sus víctimas y los pagos que realizaban.
La sustancia alucinógena había sido enviada en calidad de encomienda desde Medellín con destino a la capital cordobesa.
Departían en una tienda cuando fueron sorprendidas por los sicarios.