Las autoridades anunciaron el refuerzo de los controles en esta zona de la ciudad.
Playa Blanca también copó la capacidad de visitantes permitido.
El lugar fue certificado como un destino de calidad y sostenible.
No habrá operaciones turísticas, ni acceso marino o terrestre a las playas por labores de limpieza y cuidado.
La mojarra más cara se pagará en $35 mil, el plato de pollo en $25 mil, y una hora de masajes quedó en 160 mil pesos.