Según la Policía, esa operación es un “hito” en la lucha contra el crimen organizado en Canarias.
Esta acometida sin precedentes llevó al crimen organizado a responder como siempre lo ha hecho cuando se siente acorralado y desesperado: ponerle precio a la vida de los policías de la patria y atentar contra la población civil. La cuota de sacrificio ha sido muy alta y dolorosa.
El exfutbolista colombiano está recluido desde 2021 en la prisión de Poggioreale, en Nápoles, un penal señalado por organizaciones de derechos humanos por tratos inhumanos y condiciones críticas de hacinamiento.
Dentro de los extraditados se encuentran tres exmiembros de la Armada Nacional de Colombia.
Fue capturado en un operativo conjunto entre la DEA y autoridades colombianas. Estados Unidos solicitó su extradición por delitos relacionados con narcotráfico.