Desde el 2012 no se había registraba un caso similar en Malí.
La Policía Internacional (Interpol) emitió una notificación amarilla para dar con el paradero de Narváez.
La diócesis de Sikasso, a la que pertenece la religiosa de 48 años, declaró que las cuatro personas capturadas no han sido imputadas.
La religiosa colombiana fue secuestrada el 7 de febrero cerca de la localidad de Koutiala, a 400 kilómetros al este de la capital Bamako.
Los muertos son dos cascos azules de Guinea Conakry y un empleado civil de la base, ubicada en el norte de Malí.